EL MUNDO DE ODISEO

       El chico pobre camina sin hacer ruido, hace tiempo que las suelas de sus zapatillas perdieron el dibujo, y su blancura se hizo gris y sensible.  No quiere ponerse los vaqueros que le ha traído su madre, dice que le gusta su ropa. Pero en realidad recuerda haberlos visto a alguien que los llevaba puestos        Se conoce las calles, igual que un sastre conoce cada puntada de sus trajes,  El chico pobre tiene colegitas, otros chicos amables, que no son tan pobres como él, que llevan ropa de firma y ríen pensado en sus novias.        Cree que su vida es normal,  .-"puta vida".- es ,simplemente, así. Nunca le ha faltado el cariño de su padre, que en algunas ocasiones le mira con amargura, pensando que perderá su juventud sin saber lo que es una vida cómoda.        En su casa los inviernos son más verdaderos y largos que en la de los demás y los veranos no existen, porque los pasa en las calles y placetas de su barrio.        El chico pobre no quiere estar en casa, po

       Nunca había pensado que las cosas eran fáciles. es más, me sentía preparado para no dejarme arrastrar por el torrente de la vida. Era muy consciente de que la vida es ácida, casi daba lecciones de ello a los demás. -.Todo es dolorosamente previsible, pero estoy preparado.- ese era mi pensamiento.        Pero las cosas nunca son de todo como las veo, al contrario, manifiestan lo fenoménicamente asimilable por mi pensamiento, pero siempre escapa algo. Es inexplicable el mero hecho de vivir, y sobre todo para después morir.  Pero tampoco puedo pretender la comprensión del devenir de la existencia personal,        Tengo la experiencia de que el mundo no se agota el recorte de su horizonte, en el último alarido de su vida. Tengo la certeza de que las cosas son más reales de lo que experimento. Pero ¿que es esa realidad? -. Detrás de cada cosa, de cada hecho, de cada palabra hay una respiración, hay ilusiones y esperanzas.- -. A la vuelta de la materia encuentro al ser hu

       Muchas veces he creído que soy capaz de percibir todo, se sentir todo y de intuir. -. No hay nada que se me escape, que no sea capaz  de entender.        He creído que soy como una araña, sutil, cadenciosa increíblemente sensitiva.        Cada acontecimiento, cada suceso que para los demás pasaría como el aire por entre la trama de sus preocupaciones o de sus propias seguridades, para mí era algo evidente, impactante, algo parecido a un minúsculo guijarro que se coló en uno de mis zapatos.         Pero resultó que no era verdad. Que miles de existencias pasaron desapercibidas ante mis ojos, que cientos de conversaciones, de caricias, de gestos fueron invisibles para mis sentidos. Siento que he perdido miles de vidas, miles de de afectos, miles de oportunidades de comprender este mundo. Muchas veces la araña vive alejada de lo que el entorno de su tela le permite.

-. No me pidas que sea perfecto, porque  simplemente quieres que sea lo que no soy, y no puedo dejar de ser yo.        Es una lucha sin sentido, como la roca de Sísifo, un intento  de alcanzar el mar con un golpe de vista. Ser perfecto no debe ser el intento de vivir como otros, o de parecer a otros, sino de ser absolutamente uno mismo. -. Quiero gritar mi propia esencia, que es mía, aunque comparta muchas cosas con el resto de la humanidad. hay que desnudarse de miedos, de convenciones, de inseguridades: vivir en libertad.        Cada vez que me pides perfección descubro que mi vida es un proceso, una dinámica en la que camino hacia el encuentro de mi interioridad. Conocerme es acercarme a mí mismo, es amarme a mí mismo, y sólo mediante este camino es posible la vivencia del amor hacia el mundo, la primera experiencia de amor. El principio fundamental de este sentimiento y opción vital, pasa por el amor a si mismo, siendo cada uno como es, apostando por la propia vida. es

       La tarde era gris, pesada, y una brisa cálida y húmeda recorría los rincones de la monumental plaza.        La multitud estaba enardecida, exaltada, sus voces se mezclaban en un abigarrado rugido, como un crepitar de carromatos nocturnos, arrastrados pesadamente por misteriosos bueyes. Sobre un océano de seres, se alzaba el balcón del palacio presidencial. Pasada casi una hora desde le propuesta para la convocatoria se abrieron las enormes puestas venecianas del balcón. Aquellas puertas negras,que siempre estaban cerradas como pintadas sobre un muro de ladrillo y estuco. Entonces apareció aquel hombre alto, seguro de si mismo, sabiendo que todos los ojos se clavaban en su lejana silueta. Apareció el Presidente. -. Camaradas.- gritos aplausos, lamentos... -. Sé lo que buscáis, lo conozco porque es mi corazón el que escucha cada uno de vuestros anhelos.-        El Presidente se retiró momentaneamente de la balaustrada del balcón, para avanzar de nuevo sobre ella con r

       A veces las ilusiones se desvanecen, se hacen espesas, viscosas como la miel en una tupida malla de seda. Aquello que parecía ser un rayo de luz parece que no es mas que ficción y la oscuridad se hace, de nuevo, patente. -. Que no hay nada seguro, nada fijo en la existencia de los mortales.-        Y esto es , aun si cabe, más duro, más cortante cuando se ha vislumbrado la aurora. Pero no; siempre se llega al dolor de la desesperanza, de la desilusión, como cuando se hace un regalo de amor y el interlocutor no lo aprecia. -. Reconoce que no sabes apreciar los sentimientos, reconoce que siempre has sido un egoísta.- y lo peor de todo es que realmente lo sabes, siempre lo has sabido y te ha dado igual. Es el cazador que sufre sabiendo que mata al último ejemplar de una especie, y luego se fotografía con su cadáver. Lo sabes -. no se puede ser más cínico.-

       R. era muy consciente de que no era capaz de vivir el presente, las cosas se le escapaban de las manos mucho antes de que le ocurrieran de forma fehaciente. -. ¿Qué es el presente?.- se preguntaba con frecuencia sobre todo cada vez que rompía la barrera etérea de un futuro improgramable. -.El presente no existe,.- pensaba R..-  -. Sólo el pasado y el proyecto. Un pasado remoto, desde la infancia o la adolescencia, que parecen que se borraron de sus pensamientos. Pero no; las ideas y las experiencias siguen ahí, ocultas como un fugitivo tras la esquina. Y el futuro es proyecto, trazado sobre el papel de las experiencias pasadas, de las vivencias que R. tuvo o que crecia haber tenido, porque en muchas ocasiones llego a dudar de su propio pasado.        Con estas ideas se le pasaban los días, construyendo mundos inexistentes, embriones de vidas posibles o imposibles.Cada vez que volvía del trabajo, su camino era una red de pensamientos, de sentimientos y esperanzas. Desear el f

       A cada vuelta de manivela el pequeño autómata se movía . Parecía vivo, con alma. Aquel muñequito se levantaba de su diminuta silla y miraba hacia ambos lados luego alzaba su brazo en ademán de mirar la hora y se volvía a sentar. No me casaba de admirarlo, de imaginar el mecanismo que conducía sus movimientos. Y no me canso de observar sus movimientos, siempre los mismos en una eternidad de giros de manivela. -. Pienso que la vida debe de ser algo así siempre lo mismo, todo previsible.-        Cada vez que se sentaba el muñequito era el preludio de una nueva escena, previsible pero llena de magia. -. Vivir, normalmente, es aguardar a lo que ya imaginas que ocurrirá, hasta lo inimaginable está ya previsto en nuestras ilusiones o temores. Solo hay que saber esperar y sentir lo cotidiano, como la belleza de un artificio  construido por mí mismo, por mi propia imaginación,.- -. Todo esto me dice que no debo de tener miedo ni a la rutina ni al momento en el que la mani

El hospital parece frio, impersonal, cruel. El verde de sus paredes no es el mismo que el del mar en las tardes de verano, sus pasillos brillantes, sus puertas amplias y sus techos de oficina distan mucho de las galerias de un palacio. Siempre se oyen voces, algunas altas y agudas, de madres que esperan sentadas junto a la cama de sus hijos, o de sus esposos, voces de hombres por los pasillos hablando del tiempo, de cómo era la vida hace años. Pero es verdad que la soledad del hospital se hace más eterna cuando todos se van, cuando el amigo se despide con una sonrisa, Y tú también sonries, y miras su espalda alejándose y esperando que de nuevo pase la noche, y la mañana, y la visita del médico, hasta que de nuevo llega la terde. El hospital es el lugar límite, donde se produce un encuentro con la propia fragilidad, con el resultado de decisiones tomadas en un momento dado, o simplemente mala suerte .Pero sobre todo es un sitio de amor. Allí decubres quien realmente ha pensado en