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Mostrando entradas de mayo, 2018

EL SENTIDO DE LA VIDA

El sentido de la vida es un inmenso lago difícil de llenar. Me he pasado toda mi existencia rebuscando gotas de rocio que se hunden misteriosamente en la arcilla de su fondo rojo y desolado. Espero las lluvias de un abril sin término, una primavera eterna y fulgurante. Sueño con aquellos días perdidos de mi infancia desesperada y solitaria, la niñez injusta y desolada de un niño diferente.a si mismo, marginado de un amor que era el hálito de sus cortos dias. Aún así he sido testigo de cómo las aguas cristalinas comienzan a rebosar, a rozar unos bordes arenosos, donde sauces milenarios esperan mirar serenos el reflejo del verdor de sus hojas afinadas. Dicen que el sentido de la existencia puede ser el amor, aun cuando muchos poemas amorosos han anhelado la muerte y el límite. El amor y la muerte a un paso, así como la belleza y la guerra. Son tan distintos y tan parecidos porque ambos son pasiones radicales, experiencias grabadas a fuego en el alma del que las experimenta amos sin u

LA CULPABILIDAD

Al otro lado del teléfono escuche sus palabras, llenas de la dulzura de los mares del Sur, de la fuerza de la supervivencia: -."Planteate si eres tú quien tiene la culpa. Piensa si ha sido tu actitud cómoda o...tú sabrás, tal vez tu forma de ser, la que ha provocado la situación tan dolorosa en la que vives ahora".- Sentirse culpable es fácil cuando te sabes diferente. Por alguna causa se nace en unas circunstancias concretas, el principio de incertidumbre se ha cebado en mi ser, han sido infinidad de variables desconocidas, variaciones micronésimas que han provocado la aparición de un ser como yo en el cosmos (que ahora dicen que no es infinito). Y no ceso de preguntarme sobre cual habrá sido la maldita variación que me ha alejado de la comprensión y del amor verdadero. -."Soy como soy"- esa es la verdad, la realidad más divina que puede ser evocada, porque es la definición propia de un Dios, de un ser en sí, como decían los viejos filósofos escolásticos. -.&qu

VALENTÍA

Hoy parece que el mar ha dejado sus inquietudes adormecidas, sus olas acarician lentamente los bordes del continente robando , con caricias eternas, parte de su propio ser. Ese mar se ha adentrado en mi interior y, cuando cierro los ojos, creo que escucho un rumor de olas marinas que arrastran las arenas dulces de mis recuerdos. De nuevo comienzo a navegar en mi interior y descubro mundos insólitos, a penas intuidos tras la cortina de esta realidad aparente y seductora. Mi mar interior me enseña a caminar tomado de mi propia mano, como un niño confiado, abriendo los ojos al mundo excitante y misterioso. Ese ser envejecido que reina en mi mente y en mi espíritu es el mismo que quiere comenzar cada momento y cubrir de belleza, como un alquimista, todo lo que le rodea. Es de nuevo la belleza la única capaz de arrastrar la melancolía y el dolor, la única experiencia perfectamente humana, absolutamente divina, si es que lo absoluto existe. Aun así, algo me di
Ha llegado el momento que más temía, el límite que parecía estar perdido en la infinidad de un horizonte curvo y cortante. Estoy al borde de un precipicio , el final de todos los finales, lo impensable siempre puede ocurrir, aunque sea desde el miedo que causa su sombra. Al final se pronuncian las palabras que se metían furtivamente en el interior del alma, al final fueron invocados los rechazos y los desprecios. Lo contrario del amor es el rechazo, el abandono y el olvido. Olvidar es la muerte, borrar las presencias recurrentes en la mente de aquellas personas que alguna vez te conocieron. Pero el olvido no es algo repentino, es el resultad final de un proceso que comienza con el apartamiento. Cuando el ser que amas empieza poco a poco a desplazarte de los diferentes ámbitos de su vida, desde los más superficiales para terminar con la eliminación de tu presencia en los momentos cruciales de su existencia. Este paso te convierte en un recuerdo que, con el tiempo , s