EL MUNDO DE ODISEO

         Hoy he sentido de nuevo esa extraña sensación tras de mí, ha sido un leve estremecimiento, un suspiro misterioso , absolutamente imperceptible a los oídos de cualquiera, pero no para los míos. Otra vez esas pisadas leves que hacían nacer la ilusión en mi interior. -"Aunque no te vea, sé perfectamente que estás ahí. Sabes que eso me alegra, simplemente el sentir que no me encuentro solo ni abandonado a mi mismo, perdido en el bosque de mi propia identidad, de mi propia imaginación.".-          La vida se está convirtiendo en navegar con las velas desplegadas, hinchadas por el hálito de tu amor, por el viento impetuoso de sus besos espaciados y cadenciosos. Son las cadencias de un corazón palpitante, colmando de calidez cada una de tus miradas, de tus silencios y de tus espacios infinitos.

        -." No puedo evitar el camino inconexo de tus pensamientos, de esos silencios tan elocuentes, tan baratos que me regalaste a lo largo del tiempo que estuvimos juntos. Es imposible arrinconar los sentimientos que tanto tiempo han costado  tejer, construidos con palabras tuyas y mías. Cada uno de los instantes ha sido la continuidad de una hebra fina y sedosa, resistente y brillante, has construido un satén  de mil colores para envolver una aventura que estaba avocada a ser desastre".-          El teclado del ordenador se agitaba rápidamente bajo sus dedos, bajo sus ojos, rompiendo las volutas de humo del cigarrillo que R. había dejado sobre un cenicero de cristal azul. La noche es el momento ideal para escribir, era el instante del insomnio, del encuentro en lo oscuro, del "cerrar los ojos para encontrarse a si mismo" -."Me resisto a destruir, no quiero romper los recuerdos de mi vida, no quiero olvidarte, porque entonces aquellos años que estu