Ulises Faragüit
Nací en Granada, y me considero un hombre con suerte. Granada, para mí es una nueva Jerusalén, el lugar que me llama y que sé que será el destino final de mi existencia. Como persona me declaro ante todo aventurero, porque hice del atrevimiento la bandera de mi vida. Ulises no es un simple nombre, sino sobre todo una actitud vital, una forma de ser o de existir, en definitiva, una definición. Y es este Odiseo espiritual el que sigue un rumbo marino, utilizando los remos de una tradición lorquiana y mediterránea, en la que los elementos puros arrastran a los sentimientos con su fuerza étnica.
La aventura no puede ser relatada como lo son otros acontecimientos, es necesario la épica, la fuerza y, de esta manera, llenar de emociones el corazón de aquel que se ha dignado a dar tiempo de su vida para leer estos microrrelatos.
Faragüit es un nombre de reminiscencias árabes, tomado en préstamo de la hermosa localidad granadina Guajar Faragüit evocarlo es abrir la puerta de una tradición centenaria que no ha podido ser ahogada por la modernidad. Las montañas de Granada, , sus cumbres, sus pueblos descubren un pasado islámico, oriental y sobre todo alternativo en nuestro mundo occidental, racionalizante, positivista instrumentaluzante, cosificador, objetivista.
Llevo años viviendo en Castilla y León, ahora es Soria mi hogar. No fue una opción de principio, sino una condición de trabajo. Pero, aquello que apareció sin ser elegido se ha convertido en una suerte de "momento especial", más que en un lugar geográfico de España.
En la actualidad mi ocupación es la Docencia, en concreto la Filosofía. y he de decir que ser profesor de esta disciplina no me convierte en filósofo. No he tenido el momento de crear un sistema, ni la intención tampoco. Pare esto existen mentes tocadas por manos invisibles, las mismas que se me negaron a mí en este campo de la especulación.
Pero de mí mismo no puedo decir mucho más, porque saber quien soy es la tarea de mi vida.
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