EL MUNDO DE ODISEO

         R. no era consciente de sÍ mismo, de sus emociones o de sus sentimientos. simplemente se limitaba a sentir, a amar, a odiar, a esperar, a sufrir o disfrutar. Vivía inmerso en una marea , en un torbellino de  pasiones, de esperanzas y de frustraciones que hacían de su vida algo semejante a una montaña rusa. Le faltaba la perspectiva de si mismo, le faltaba concocerse...amarse. -."vivo en una tensión constante. No sé qué va a pasar y cómo podré solucionar lo que me ocurra"-.          Al caminar por las calles miraba siempre  de forma perdida al horizonte. Fue una decisión personal: no quería desafiar al mundo mirándole fijamente, porque el mundo es hostil, cruel. -."No quiero provocar situaciones".-        Pero sabía que tenía que ser testigo de si mismo, observador de sus estados anímicos, y para ello comenzó un intenso proceso de introspección, de autoconocimiento. -. "quiero saber cómo soy, cómo siento, cómo vivo".-          En años d

         A veces nos creemos ser más importantes de lo que realmente somos. Pensamos que el mundo se pierde algo grande si no nos mira, que los acontecimientos sólo pueden ser tocados por el cetro de nuestra atención, que existen en el momento en el que sus paredes crean el eco de nuestra respiración.          Pero no es así, la realidad es una gran máquina que puede permitirse al lujo de seguir funcionando sin una de sus piezas, como un maravilloso deportivo de carreras o un increíble reloj suizo. -."No puedo decirte aquello de ...no sabes lo que te pierdes", porque sí lo sabes y...no es para tanto"                   Nos queda el consuelo de saber que hemos de vivir por nosotros mismos, porque sencillamente sólo somos imprescindibles para nosotros. Y entonces nos preguntamos: "¿Acaso hay algo más importante?".

         Continuo mirando tus pisadas, recordando la forma que tenías de moverte, de sonreír, de pensar. Pero, la verdad, es que la perspectiva del tiempo me va diciendo muchas cosas de ti. Es algo así como una nave espacial que se aleja de la tierra, mostrando lo pequeña y frágil que es en realidad.          Cuanto más me alejo, mejor te voy conociendo, mejor se van dibujando las arrugas de tu alma, lo ladino de tus miradas.           Y ahora me asombro y me río de mí mismo cuando pienso que vivía pendiente de ti. -."Bendito tiempo, que eres capaz de  malear a la memoria, de desfigurarla como hace la superficie del agua de las lagunas con el cielo".          Seguiré viajando en mi nave espacial brillante y hermosa, poderosa y desafiante. Seguiré alejándome de ese planeta que me aferraba a si mismo con su fuerza mística de gravedad. -."El universo es inmenso, a saber qué mundos me encontraré".-

         Cuando empezaron los golpes ya se había descontrolado todo. Antes fueron los gritos, los insultos y las miradas fijas y demoledoras. Había bebido, no demasiado, lo justo para perder cualquier tipo de respeto, de temor a mi mismo y al otro.          El primer golpe lo recibí yo, y no me dolió nada, sólo un ligero escozor. Me toqué la cara y  mi mano estaba manchada de sangre, que empezó a recorrerme la mejilla, y la sentía más ligera que el agua. Entonces tomé impulso y golpeé con mi puño el centro de su cara,          Siguieron otros golpes y patadas. Estaba cansado y quería terminar ya con aquello. Mi ego estaba salvado, llegó un momento en que me era indiferente, no sabía si aquel tío acabaría conmigo o, que llegara a matarme. Ya me daba igual.                 Lo peor fue al día siguiente, cuando me levanté de la cama con el rostro hinchado y dolorido. Me rompió un diente, lo que me hizo muy poca gracia. -."¡Qué estupidez!"-.          Y lo peor es que much

         Hace ya tiempo que no se nada de tí, y no puedo decir aun que no me importe. Recuerdo que en un principio no quise atarme a nada, y ese era nuestro pacto. Lo fué, y mis palabras de casi desinterés te dieron alas para ahondar en un corazón demasiado humano.           El tiempo pasa, y son muchos los que aseguran que lo cambia todo, que es capaz de borrar sensaciones y recuerdos. La gente dice que los años te hacen ver las cosas con otra perspectiva. Yo rezo por ello. -. "Que me resulta muy difícil olvidar los momentos y las sonrisas, eso ya se sabe. Pero no sé si realmente quiero olvidar".- No es justo, nada de lo que mueve la vida lo es, ni siquiera el amor...que putada eso de enamorarse, de perder el sentido más elemental. Al final me encuentro como Penélope, tejiendo siempre el mismo velo, con el mismo hilo. Desaciéndolo cada noche para empezar de nuevo al día siguiente. Es curioso, ella esperaba a Ulises y no miraba siquiera a los otros pretendientes.