EL MUNDO DE ODISEO

         Hoy he sentido de nuevo esa extraña sensación tras de mí, ha sido un leve estremecimiento, un suspiro misterioso , absolutamente imperceptible a los oídos de cualquiera, pero no para los míos. Otra vez esas pisadas leves que hacían nacer la ilusión en mi interior. -"Aunque no te vea, sé perfectamente que estás ahí. Sabes que eso me alegra, simplemente el sentir que no me encuentro solo ni abandonado a mi mismo, perdido en el bosque de mi propia identidad, de mi propia imaginación.".-          La vida se está convirtiendo en navegar con las velas desplegadas, hinchadas por el hálito de tu amor, por el viento impetuoso de sus besos espaciados y cadenciosos. Son las cadencias de un corazón palpitante, colmando de calidez cada una de tus miradas, de tus silencios y de tus espacios infinitos.

        -." No puedo evitar el camino inconexo de tus pensamientos, de esos silencios tan elocuentes, tan baratos que me regalaste a lo largo del tiempo que estuvimos juntos. Es imposible arrinconar los sentimientos que tanto tiempo han costado  tejer, construidos con palabras tuyas y mías. Cada uno de los instantes ha sido la continuidad de una hebra fina y sedosa, resistente y brillante, has construido un satén  de mil colores para envolver una aventura que estaba avocada a ser desastre".-          El teclado del ordenador se agitaba rápidamente bajo sus dedos, bajo sus ojos, rompiendo las volutas de humo del cigarrillo que R. había dejado sobre un cenicero de cristal azul. La noche es el momento ideal para escribir, era el instante del insomnio, del encuentro en lo oscuro, del "cerrar los ojos para encontrarse a si mismo" -."Me resisto a destruir, no quiero romper los recuerdos de mi vida, no quiero olvidarte, porque entonces aquellos años que estu

          Caminabas junto a mi, lo hacías llena de paz, de serenidad. Esa era, al menos, la imagen que me dabas.          Sigo pendiente de tus pisadas después de tanto tiempo, después de tantas horas mirando aquellas viejas fotografías, curvadas por el paso del tiempo.          Es cierto que hace ya muchos años que no estás a mi lado, y realmente eso no importa. No te tengo de manera física, pero tu presencia es el resplandor del sol que va a salir en cualquier momento. Porque hay algo que vislumbra tu persona, eres el instante mágico de algo maravilloso que va a ocurrir. Aquella noche marqué de nuevo los números de tu teléfono y esperé, con impaciencia, el sonido de los tonos. Descolgaste -."diga".- -."Hola soy yo...¿cómo estás?"._ -."Ah bien, ¿cómo estás tu?.- "Bueno...no estoy mal, pero algo solo sí que me encuentro".- dije aquellas palabras intentando aferrarme al tronco de un árbol arrancado en medio de una marejada, de una torme

         "Me es imposible dejar de pensar en ti, y en serio que lo intento. No puedo borrar con un acto de voluntad todo aquello que he vivido a tu lado, me parece tan injusto... en cambio tú sí que lo has olvidado, seguramente porque no era ni la mitad de verdad de lo que me decías en aquel momento. Pero no quiero culparte, porque si lo hago corro el riesgo de perder tu sombra de manera definitiva..." -."Vaya manera de arrastrarme, lo sé eso es lo peor, que soy consciente de ello".-          R. volvió a romper aquella carta, escrita infinidad de veces, grabada en bronce, esculpida en la carne de sus recuerdos. Enviar aquella carta era lo mismo que meterla en una botella y lanzarla al mar, a la desesperación de lo infinito, a la oscuridad de la sal negra en un mar sacado de pinturas del Romanticismo. -."Que se joda".- esa era la expresión con la que intentaba romper definitivamente con aquellas mañanas de invierno a su lado.

.-"A noche no pude a penas dormir".- R. tenia una expresión distraída,  como alejada del mundo, de las cosas que le rodeaban -.!¿Qué te pasó".-le preguntó su amante mientras le sostenía la mirada con dulzura con una atención casi maternal, decadente, intensa en demasía. -."No sé".- sí lo sabía, fue el sonido del viento, los aullidos de ese ser invisible, misterioso, omniabarcante. -."Tengo miedo del viento, me da vértigo encontrármelo de cara, chocarme con él, tan inmenso, tan grande·. El viento viene tras nosotros, nos rodea con amor, nos arrastra y recuerda constantemente la fragilidad de nuestras existencias, el viento es el mar donde hos encontramos hundidos, naufragados.

Echo de menos el perfume de las rosas de mi infancia. La fragancia misteriosa y maravillosa, la cual era incapaz de describir. Recuerdo aquellas tardes en las que se las llevaba a mi madre. Rosas de terciopelo rojo, rosas anaranjadas y grandes. Rosas de luz del sur. Echo de menos sus espinas gruesas y juntas, sus pequeños pulgones que yo mismo retiraba con mis diminutos dedos de niño. Los pétalos de las rosas se abrían y rizaban en sus extremos,  aun recuerdo el roce de ellos en mi cara y como caminaba rápido hacia casa, subiendo las escaleras y, sin poder hablar, extender la mano portadora de la rosa ante la mirada tierna de mi madre. Echo de menor las rosas de mi infancia, y sé que jamás volverá a florecer flor parecida a aquella.

            A R. le gustaba cuando él le tomaba de la mano. Era una sensación especial, aquella mano cálida y áspera, tan intensamente masculina, curtida por el trabajo y guiada siempre por la audacia de aquel que tiene inquietudes y no tiene miedo. -."Me gusta estar así".- dijo R.  con timidez, casi con miedo a romper la calma de un lago interior pacífico y hermoso.-          Siguieron así unos instantes dejando pasar la brisa de la tarde ante sus rostros, dejándose rozar por el crepúsculo rojo y violeta del sur del eterno sur. -."Creo en ti y sabes que me das esperanza".- recitó R. como un susurro, casi como una oración a un Dios misterioso y cercano. -."Ja ja ¿Por qué dices eso?".- contestó él sin mirarle, dejando sus ojos perdidos en el horizonte. -."Porque me apetece decirlo...no sé".- Seguramente era porque R. tuvo escasas experiencias de calidez, o porque aquella mano le daba la seguridad que las tormentas de la vida no le dab

         Aquella mañana, R. se sintió viejo por vez primera. Se miró en el espejo y , no se trataba de las arrugas ni de los ojos entristecidos por sombras...ni siquiera la escasez de pelo. No. Se descubrió sencillamente diferente. Miraba con atención aquel rostro de señor mayor, de persona extraña y extrañada, y llegó a sentir miedo. -."No sé realmente qué me ha pasado. Me doy miedo a mi mismo".- Realmente sintió miedo, y desde ese mismo momento no  pudo evitar pensar en su propia vejez, en su propio fin.           La vejez es un estado propedéutico, un momento intermedio entre la plenitud y la nada. -."De pequeño me dijeron que llegar a viejo era una meta. Era el momento de la paz y de la sabiduría, el lugar de la perfección. Pero me han engañado".- -"¡Qué injusto es dejarse matar por el propio tiempo, sentir cómo el empuje de los fluidos  eternos desgastan las aristas y los ángulos que hermoseaban las formas de mi alma!".-

         R., aquella mañana, estaba contento. A pesar del frío, de la escasa luz que se filtraba entre las nubes, gruesas y pesadas, a pesar de la mala cara que ofrece el invierno, R. se sentía optimista. -."Es imposible volver hacia atrás. O tal vez sí se pueda, pero siempre es un error".-          Ciertamente el error de caminar sobre los propios pasos, es el mismo error de no saber vivir de no querer la vida en si misma, añorar el pasado es desdeñar el futuro, y vivir es un verbo que se conjuga en futuro. .-"Quiero vivir, quiero romper el espacio bajo mis pies y caminar hacia lo incierto. ".- Vivir es subir por un sendero sin saber realmente hacia dónde me lleva. Es esperar la aventura en si misma, y el amor es la expresión más auténtica de la vida, porque no es . ni mas ni menos, que una apuesta en la que te juegas todo.

         De nuevo apareces en mi vida, y era algo que llegué a presentir. Creo que he sabido escuchar el roce de tus pasos en un suelo de aire, sobre una tierra hecha de memoria y de sueños. -."El tiempo ha pasado. No estoy seguro de los años que han transcurrido desde que me marché...".- te dije esbozando una tímida sonrisa. Estaba sumido en un misterioso miedo a mi mismo, a mis propias reacciones... -."Sí. hace años".- me dijiste sin apartar los ojos ni un instante, sin dejar de esperar a que mis retinas se dilataran ante la profunda oscuridad de tu pupila. -."Estás igual que como te recordaba".- -."ajá, esa es una idea muy ambigua".- -."Estás radiante".-          Y realmente lo estabas, porque el recuerdo es capaz de crear mitos sobre el polvo de la más sencilla tierra. -."Gracias...tú también...pero tal vez exageras".- me dijiste acariciando mi rostro con dulzura. Al sentir el tacto de tus dedos sobre mi cara

         Las ratas no dejan de moverse, de internarse en los recovecos de un mundo ya deshecho. Son animales poderosos, valientes y seguros de si mismos, despreciadores de su propia mezquindad, de su auténtica y mezquina razón de ser.          La ratas se mueven con rapidez y no temen a nada, porque en el fondo saben que nada tienen que perder. No hay gases que no hayan respirado, ni sustancia que no hayan ingerido ya, inmunizándose incluso de si mismas, de su propio yo.         Las ratas han convertido su existencia en un categoría existencial en una identidad asumible por cualquiera. Ser rata es ser capaz de crear terrores, de dar la insgurdad del  desconocimiento y del descontrol

-."¿Saliste anoche?".- -."Sí" la pregunta poseía una leve carga de responsabilidad, de preocupación, de invitación a la vida, pero no  para R sino por si mismo. Hacia ya más de dos años que la relación había cambiado, y lo hizo  de manera tortuosa, dolorosa, imposible. -."Sí, salí, pero no anduve buscando sexo, ni siquiera compañía.  Me dediqué a caminar, a mirar a la  gente".- R. había descubierto el secreto maléfico capaz de ennegrecer las alas de un ángel, consiguió entrever la sombra de la absoluta soledad. .-" ¿En serio?".- le preguntó su ex amante con su mirada incrédula, con sus ojos marrones y grandes y con la cotidiana dureza de aquel que en el fondo se tiene a si mismo como opción primera. -.¿Y  qué mas da?".- R. se marchó , se volvió sobre sus propios pasos, sin esperar nada, sin querer ya nada porque precisamente ahora ...ya es tarde. No hay nuevas oportunidades no hay momentos gloriosos por llegar...no hay nad

         R. se echó sobre la cama creyendo que el cambio de posición le transportarla a otro estado diferente de modo mecánico. Realmente así fue, un peso extraño sobre su mente, como un manto de plomo, le hacia perder la consciencia, sin saberlo, sin darse cuenta. De modo inevitable. De esa misma manera se encontró sentado sobre un banco, en un parque fresco y verde, un lugar donde la luz no era demasiado fuerte ni tampoco se podía decir que había oscuridad. R. estaba soñando que había muerto. -. "¿Que hago aquí? ¿estoy muerto?.- sí que lo estaba, en el fondo conocía todas las respuestas. Se llegó al punto definitivo, al estado último, a la entelequia de la propia muerte. -.¿Qué va a pasar ahora?.-          R. no se atrevía a moverse del banco, sentía un miedo atroz a desaparecer, a disolverse como una voluta de humo en el aire, a ser nada. Aborrecía profundamente todas esas mierdas de la consciencia universal, o de formar parte de un todo  eterno. No. Quería persisti

         He vuelto a mirar unas fotos que nos hicimos juntos y, es curioso, ya se adivinaba en mis ojos la tristeza. Tal vez fue un resentimiento, un instante de duda, algo así como la minúscula fisura que provocará la rotura definitiva de una luna de vidrio, pero la mirada plasmada en los pixels de mi pantalla me arrastró hacia lo más oscuro de mi memoria.          No es que quiera ser negativo, o mordaz, ni tan siquiera pretendo llegar a la nostalgia, pero ...no fue justo.  Desde el principio me arrastraste tras de ti. .-"Mil océanos no pueden apagar el rescoldo de un incendio que tuvo lugar en el interior del alma".- Ahora, parece mentira, después de tanto tiempo, estoy en plena lucha conmigo mismo para no mirar hacia atrás, para no caer en el miserable pecado de la esposa de ese mítico Lot. La mujer que miró hacia atrás, llena de morbo, de la propia desvergüenza de la curiosidad, de...lo que sea.  Aquella pobre mujer se convirtió en una estatua de sal. Tal vez

         Minúsculas esferas de polen se deslizan y ruedan sobre la superficie  roja de los pétalos de las rosas. Seres infinitesimales amantes en si mismos, ofensivos y hermosos, que cubren a la flor de un misterioso esplendor primaveral. -."Me gusta caminar en las tardes de otoño, me gusta saber que existes, que te manifestarás con el esplendor de la vida".-          Seguí caminando lentamente, acariciando las aceras con mis ojos, sintiendo el verde de los setos, de los jardines, de las esperas estacionales, rozando con mi rostro el aire que sumerge a una realidad que quiere dejarse sentir, que deja de ser transparente. -. "Por detrás de las tapias de un alma escondida, viven los sueños más puros y dinámicos de mi existencia".-          Entonces ocurrió el momento mágico, el segundo en el que ocurrió la aparición de tu sonrisa, de tu caminar alegre y fuerte.  Me das la vida sabiendo que la vida no es un sustantivo, sino un verbo.

         Amar en la distancia es desear vivir sueños que se escapan. Amar en la distancia es mirar por encima de tapias misteriosas, asomarte en jardines imaginarios, desear permanecer en un tiempo inerte, como las agujas de un reloj parado, como el campanario de un pueblo sumergido en las profundidades de un pantano maldito. -."No sé cuanto aguantaré así".- le dije apretando el auricular al oído, queriendo sentir su mejilla en mi rostro desolado. -."Qué me quieres decir con eso...".- me das risa, me haces una pregunta retórica, deseando escuchar la respuesta que tú mismo buscas como hace un maestro viejo en una clase de párvulos. -."quiero decir que no puedo seguir...porque yo soy capaz de amar ".-          Sí, soy capaz de amar, pero no de vivir religiones amando a seres invisibles, confiando un una fidelidad revelada, que se basa en la fe del que sólo mira con el espíritu y no con el cuerpo. -."Tenerte en la distancia es no tener

            Es posible que mis actos no sean más que el reflejo de mi interior, es posible que viva en un perpetuo tormento interno, y esto hace que sea agresivo en mis expresiones y mis palabras. Siento que llevo una nave en medio de una tempestad y que no la puedo dominar, que el timón se me escurre cruelmente, haciéndome daño en las manos.            Es posible que caiga en el error de Narciso y que me pase la vida mirándome en el reflejo de un lago místico, pero, a diferencia de este ser magnífico, a mi no me gusta lo que veo. Y...la verdad, prefiero que sea así, porque desear otras formas de vida, otras manifestaciones personales de mi propia existencia, me permite alzar las pupilas hacia un horizonte dorado y fuerte, hacia un mundo poderoso, inmerso en el viento de la vida.           Vivo en la piel de un Dorian Grey proletario y rodeado de la escasez que genera el deseo incontenible, porque el Dorian de Wilde era rico, exquisito, sensual, derrochador, expresión en esta

         Por qué me buscas, amor, porqué vienes a mi sombra, porqué pretendes mirar dentro de mis ojos olvidados.          Por qué escudriñas mis sueños, intentando despegarlos de mi mente adormecida, de mis manos sudorosas. -."Buscas faros de bronce en medio de noches sin luna, en mares sin horizonte. No quieras saber más que yo mismo, no me pidas actos de fe. No sé nada, no sé si amo o no, si río o lloro, si voy o vengo".-          Cada vez que preguntas si te amo cuestionas el amor mismo, suspendes la opinión sobre  tu propia felicidad. -."Aprende a confiar, a creer en las cosas, a descubrir maravillas tras las esquinas, porque es la única manera de aprender a vivir".-

         En muchas ocasiones he llegado a pensar que todo se repite, que las cosas se suceden periódicamente de la misma forma.          Hay momentos en los que creo que sé lo que va a ocurrir, y que siempre son las mismas cuestiones las que se me presentan en mi vida cotidiana. Pero  no es cierto, las cosas son diferentes, lo único que se repite de modo incansable son las sensaciones que estas cosas provocan en mi mente. Parece ser que tengo una relación determinada y finita de sensaciones, y que son estas las que se han de repartir, en mayor o menor intensidad, entre los acontecimientos que vivo. -."De nuevo te he visto y he vuelto a sentir las mismas cosas que hace tiempo".-          Me mirabas sonriendo, seguro de ti mismo, o al menos esa era la impresión que quisiste darme. Mirándote me llevas a una encrucijada, a la toma de unas decisiones imposibles, incumplibles, inaccesibles siquiera a la imaginación. -."Ha llegado la hora de gestionar las emociones, d

         No quiero ser un ingenuo, ni un niño adormecido, solo vivo en un sueño donde me siento traspasado de luz. Busco el ser de las cosas, si es que estas son reales, y encuentro tus pisadas que destrozan los cristales de los sentimientos turbios.          Pero lo esencial es que vivo, que respiro el aire de la noche, de las brisas junto al mar, que me siento acariciado por el oro milenario del Mediterráneo.          Lo esencial es que aun existo en una historia que escribirán mis propias manos, en una odisea que aun no ha tenido lugar.          Cuento con mil elementos para desterrar el olvido, para iluminar el fotograma interno de mi propia existencia. Y sé con certeza que mi yo es el cómplice imperfecto de mi mismo. -." he trepado por las ramas de mi propia alma, y sé que veré la luz por encima del bosque de la realidad. Eso es lo esencial".-

-."No me estás entendiendo".- le dije sin casi mirarle, sin casi querer sentirle cerca. Realmente no me entendía, porque su mente iba por otro camino. .-"No quiero hablar más,".- fueron tus últimas palabras.           Decidimos caminar sin rumbo,  las pequeñas calles del viejo Madrid se sucedían en un rosario de sentimientos y misterios reales. Aquella tarde me sentía más vivo que nunca, y mi piel absorbía tus presencias y tus respiraciones. -."Si me marcho ahora no volveré nunca más".- -."Tú mismo,  eso es una decisión tuya".- decías sin mirar. -"Sabes perfectamente que me haces daño si no me miras".- me miraste fugazmente, seguramente lo hiciste para que no quedara duda de tus buenas intenciones, de la entereza de tus palabras. Entonces me marché, y lo hice sin mirar atrás sin convertirme en estatua de sal, en ridícula imagen de mi mismo.              Metí las manos en los bolsillos y aligeré el paso, era capaz de escu

         El sonido sordo de las olas me arrastra hacia las profundidades de mi soledad. Soledad de isla perdida, clavada en medio de las masas de agua que aman a la roca inerte, insensible imperturbable. El mar  que me abraza desde la distancia con su s manos salitres, con sus óxidos rojos y hermosos con el rumor de una multitud sin par de muertos que aman la vida y vivos que huyen de si mismos.          La soledad vuelve una y otra vez como esas olas, arrastrando las diminutas piedras de colores, gastando los filos de las pizarras cristalinas, desengarzando los granates de las piedras. La soledad ha devastado las aristas de mis ilusiones, de los sueños más hermosos, y ha conseguido distensionar los resortes de un espíritu que soñó con ser épico.          Que todos estamos solos, porque todos sabemos cerrar los ojos y mirar hacia la profunda y misteriosa oscuridad de nuestro interior.  Es cierto que lo estamos...pero quiero encontrar otras soledades, para cruzarlas con la mí

El norte siempre es el norte.          Aun sigo acostumbrado a  las brisas meridionales, cargadas de la humedad mediterránea, arrastrando  mis ojos por los círculos dorados de un sol que ya nace eterno.  Tengo labrado mi espíritu por el acento  nacido del mestizaje de culturas procedentes de más allá del mar, y me cuesta trabajo hacerme del norte.          El norte es suave, no tiene el filo cortante de los bronces del sur, el norte está lleno de la dulzura nacida de las hiedras que trepan por entre las grietas de sus iglesias. El norte sonríe cuando le miras a los ojos, y es capaz de acariciarte en el momento más solitario.          Me es difícil desgarrarme de la piel sureña, y me es imposible entonar un lenguaje extraño para mi mente. Aun así  la luz de tus fuegos, el rojo de las ascuas nacientes entre la plata de tus robles, me hacen soñar con el amor profundo y sincero  de estas tierras .          El norte es montaña fría y cercana, horizonte inmediato, margen de la vida

         El verano es sorprendente, mágico porque , a pesar de sucederse eternamente, siempre da la sensación de ser nuevo, de ser diferente. Nunca la memoria ha sido tan traidora como con los veranos, nunca he recordado suficientemente el calor.          El verano debe ser algo así como el amor, como el sentido de las cosas, siempre nuevo. Algo diferente, nombrado con el mismo sustantivo, Pero esquivo al pensamiento y al recuerdo. -."Quiero repetir lo mismo que he vivido en veranos pasados, quiero volver a sentir el amor de tus manos sudorosas resbalando entre las mías. Escuchar la brisa cálida que susurra en mis oídos".-           Pero el verano también es aventura, experimentar la eterna expectativa de lo prodigioso, de la felicidad. Verano es subir a un autobús rumbo la extraña belleza de lo inesperado,  abrazar frías columnas de mármol en las que rayos de sol se filtran en puertas abiertas al atardecer. Verano es dejarse atrapar por el verde mar  encerrado en

         El calor ha caído de golpe como un extraño velo de oro, y ha cubierto mis hombros acariciando mi frente en un instante de solemnidad eterna. Con el verano han llegado mis vacaciones, esos días aciagos y acuosos, que se escapan como peces en una red para cetáceos. Ahora no hago otra cosa que pensar, dejarme llevar en ese mar interior y, como un marino de la antigüedad, voy descubriendo mis islas vitales. -."Diviso en la lejanía las dulces rocas de la primera de las islas. Me acerco con miedo a sus orillas, evitando ser golpeado por las duras crestas de sus piedras emergentes. Es la isla de la verdad, y la verdad es que todo es apariencia, inmaterialidad, falsedad".-          Y sin llegar a poner ninguno de mis pies en ella, me parece adivinar en la lejanía la siguiente de las islas. Subo a mi nave, porque la isla de la Verdad ha hecho viscosa mi sangre, y el corazón bombea con dolor. -."La isla del Amor, del camino por recorrer, del silencio hermoso y  

         No siempre es así, pero cada vez con más frecuencias los caminos se hacen angostos y empinados, los senderos se convierten en desfiladeros peligrosos, y los minutos pasan a ser horas  intensas y sordas. Debe de ser que empiezo a cansarme, que las cosas  van apareciendo con una magnitud distinta, con la perspectiva de una vida que se llena de años y  empieza a ralentizarse. -. "Quisiera ser más fuerte, pensar que ya he sido capaz de pasar por cosas peores, pero ahora  creo que no puedo".-          Las cosas nunca son iguales, las mismas cuestiones  de siempre se transforman en  otras completamente distintas porque el caleidoscopio de la vida las cambia, las transfigura .No son pocas las veces  en las que dejo problemas sin resolver porque estoy cansado, porque creo que no me merece ya la pena, que no me es rentable el esfuerzo frente al resultado.          El cansancio es una realidad, y llega un momento en el que impone su poder, como un antiguo faraón, c

         Tengo que aprender a ser realista , a saber percibir lo que ocurre a mi alrededor sin pedir a las cosas más de lo que son. La vida no es más de lo que es, no puedo pretender encontrar en ella el sentido de todas las cosas, los amigos sólo son eso, no son héroes infalibles. Es normal que alguno de ellos te traicione, igual que yo me traiciono a mi mismo. Y no pasa nada. La pareja, el amor, el sexo no es más de lo que es. Tal vez el error sea pedir a las cosas mucho más de lo que ellas me pueden ofrecer. crear expectativas ficticias, mundos paralelos irreales que fabrican en mi interior la esquizofrenia vital que me ahoga en algunas ocasiones. -."Mis manos no son más que eso, unas manos, no puedo pedirles que sean eternamente fuertes y flexibles. Mi mente es frágil y se deja arañar por las decepciones continuas de la vida. Mis expectativas no siempre son intensas e ilusionantes".-          He soñado con primaveras perfectas, limpias, febriles, llenas de luz de

         Cada mañana me levanto extrañado de mi mismo si entenderme, sobre todo porque, a pesar de la distancia, sigues estando presente, como observándome tras de mi. -."Sé perfectamente que estoy solo, que la única sombra que inunda las estancias de mi casa es la mía, que los únicos sonidos que perturban la linea del silencio son los que mis pasos hacen. Aun así siento que estás conmigo".-         Dicen que la distancia es cruel, que desgasta las relaciones, que anula los sentimientos más profundos, más verdaderos, aun así  parece que no te has ido nunca, que estás a punto de abrir la puerta , de entrar de nuevo en mi vida. Q -."No creas que es algo bueno, no pienses que me alegra saber que no estás mientras siento tu presencia o la deseo, porque no es más que el signo de algo inconcluso, de algo no rematado, como aquella obra de arte sin acabar, que parece pedir que alguien termine de pulirla, de construirla, de rematarla".          Quiero vivir esta di

         Me gusta despertar a tu lado, porque es experimentar a cada momento lo sorprendente de la vida. Abrir los ojos junto a ti, respirar el mismo aire y  compartir las mismas sensaciones en un momento en el que parece que vuelves a vivir.          Me gusta escuchar el silencio de tus ojos cuando abro los míos y contemplo tu mirada  dulce y generosa , la media sonrisa dibujada en tu ser. -."No quiero perder la fuerza de mis despertares junto a ti, tal vez sea lo único que me empuja a seguir viviendo".-          Quiero volver a dormirme, a sumergirme en la oscuridad de la consciencia, en el atardecer de los sentidos para poder experimentar de nuevo el despertar, la aurora vital. Quiero volver a abrir mis ojos para descubrir la luz de tu verdad, de tu maravillosa intensidad -.."Ya no tengo miedo a dormir, no tengo miedo a cruzar las fronteras de  la existencia, de la consciencia, del dolor o la muerte, porque me diste la experiencia del sentido y de la presenci

         Me tienes atrapado como un pez entre tus manos de agua, me tienes tomado ,  maravillosamente sujeto con uno solo de tus movimientos, de tus palabras, de tus pensamientos. No me importa en absoluto poner todas mis cosas en función de tus sombras, de tus presencias o de tus ausencias...da igual, porque ahora todo ha cobrado nuevos significados. Has revuelto el diccionario de mi vida, te has convertido en el nuevo emperador renombrándolo todo al mi alrededor. -."¿Cómo estás?".- pregunté en cuanto descolgaste el teléfono. -. "Estoy bien".- con aquella simple respuesta, con esas simples dos palabras te volviste a convertir en el mago callejero, el ilusionista de la miseria. -."Hoy hace una tarde magnífica".-  y era radicalmente cierto, porque el sol deslumbraba en medio de una vida sombría y difícil, eliminando la fealdad de lo oscuro, porque el aire era ácido y dulce a la vez, y porque  en medio de un cosmos desordenado estaba tu presencia ar

         Lo único que deseo en estos momentos es ser capaz de tener consciencia, de percibir el interior de mi mismo para poder expresar el camino de la integridad de mi vida. Porque cuando pienso en mi, cuando miro hacia mis adentros no sé realmente si estoy considerando lo que realmente soy, o lo que el mundo ha querido hacer de mi.          Tengo miedo a mi propia espontaneidad, a ser yo mismo porque reconozco que no pertenezco a ninguna de las casillas que la sociedad he creado. Reconozco que tengo un trato difícil, porque no se me puede encuadrar en el bestiario que hay establecido, no entro en ningún parámetro.           Aun así descubro que no soy un caso único, todos los humanos somos así, hay tantos casilleros como nombres, como personas como seres, entidades únicas, individuos.          El género humano  no es más que la menara de querer experimentar lo inexperimentable, de sugerir la forma de poder apretar con muestras manos espirituales una fruta inexistente.

         Habíamos quedado en una estación de metro, nunca como aquella tarde me pareció  aquella estación tan hermosa, tan viva, tan espesa  y llena de sentido.  Los rostros de cientos de personas parecían el mismo, siempre las mismas caras, nada existía  hasta que apareciste tú. Sonreías y lo hacías con sinceridad. Habían pasado meses, y tenía la profunda sensación de haberte visto un par de horas antes. -."¿Cómo estás?".- -. "Bien, bien, ya te veo que tú estás estupendo".-          Y comenzamos a caminar despacio, subiendo por las escaleras de la boca del metro de Madrid, atravesando el aire cálido recalentado por el  ardiente asfalto. Caminar junto a ti, sin esperar nada más, sin aspirar a otra cosa que seguir viviendo, arrastrando mi sangre por el interior de mi mismo, escuchando el sonido de tus pasos en medio de la vorágine de la gran ciudad. -."¿Que te apetece hacer?"- -"Nada especial".- contesté sin mirarle, pero sorprendiénd

         En el camino de la incertidumbre, las cosas se hacen difusas, oscuras, se establecen borrosamente dentro de la percepción de un alma dolorida y frágil. El camino tortuoso de las vivencias que aun no han tenido lugar, las vías que pretenden demostrar aquello que no deseas que ocurra, que temes profundamente a que acontezcan, que provocan invocaciones a deseos lejanos . -."Temo tus palabras de alejamiento, el desviarse lentamente tu mirada, tus pasos separados de los míos. Temo la soledad, el silencio "-.          El temor es un sentimiento extraño, algo raro, un reflejo misterioso que lleva implícito la propia vida desde el primer instante de consciencia. Temor para seguir viviendo, para esconderse, huir de todo aquello que puede causar dolor. -."Temo que me hagas daño, que intentes rasgar la tersura interior de mi espíritu, perturbar el silencio misterioso de mi alma".-          El temor es el primer síntoma de la injusticia, se teme a lo inj

         Deseo romper la fina lámina de vidrio que me separa de mis sueños, destrozar todo aquello que me impide abrazar a las columnas de luz que sustentan mis ilusiones. -."Me estoy dando cuenta de que vivo  por mis sueños, son ellos el impulso de mis pasos por esta vida fangosa y en penumbras".-          Los sueños tienen dos momentos, dos circunstancias, dos revelaciones: en la primera de ellas se vive el instante del sueño en si, sumergido en un mundo de sensaciones mágicas, etéreas y reales...más reales que la propia existencia. El segundo momento es el despertar en la orilla del desencanto, tras el naufragio en el momento cortante de la realidad cotidiana. Pero es entonces cuando nace el sueño de opción, la decisión definitiva por desear vivir. -.Seguir soñando para seguir viviendo, despertar a un mundo diferente  al que me cubre con su sombra. Soñar para cambiar, para transfigurar esta burda situación que quieren, seres misteriosos, imponerme .".- Los s

         Como de costumbre te he tomado de la mano y he terminado por besar la yema dulce de tus dedos. Como de costumbre te he mirado y me sonrío para mis adentros, porque creo que ya me sé todo lo que vas a decir y , aunque no esté de acuerdo en casi nada, me resulta entrañable... siempre ardo en deseos de oírtelo decir          Me estoy dando cuenta de que soy un animal de costumbres, de que mi vida es una sucesión de cosas, siempre iguales y siempre diversas.          Una de las grandes verdades de la Historia es aquella que aparece en el viejo aforismo bíblico "no hay nada nuevo bajo el sol". Todo es eternamente lo mismo, y aunque tus ojos miren con la misma intensidad y tus oídos me escuchen  como se oye el rumor de un riachuelo, me pareces diferente en cada momento y no me canso de verte mirarme, ni de escucharte, ni de acariciar tus manos.          Si existen las costumbres es porque existen los momentos repetidos, las experiencias revividas. Eso me gusta, m

         R. abrió los ojos, para intentar comprender, para poder asimilar aquello que ocurría ante su presencia, en su propia vida.  Quiso sentir la suave y cálida caricia del tiempo en su piel, en sus oídos, en sus mejillas.  Pero no de trataba de comprender ni entender nada, solamente era preciso vivir, experimentar la dulce sensación de una presencia, de un latido casi imperceptible, casi adormecido. -."El peso de tu amor me lleva hacia lo más hondo de mi mismo, hacia lo más hermoso de la vida".-          No sabía cuanto iba a durar aquello, era imposible predecir el momento en el que todo se acabara, porque todo es efímero, porque el amor no es eterno. Los dioses, construidos con ladrillos de amor, murieron hace siglos. -."no me importan los días ni las noches contigo, no me importa saber qué eres porque te miro con los ojos cerrados y el corazón abierto, porque confío en el filo de tus cuchillos hirientes, en el sentimiento profundo de unas manos que se ent

         En el momento menos esperado, en el instante menos preciso surge la idea, el destello misterioso que ilumina a la razón cosificada por la rutina. -."Soy un hombre normal, un ser anodino, una persona gris, pero soy capaz de pensar, imaginar nuevas realidades, nuevas Historias".-          Y R. caminaba despacio, con la mirada perdida en el gris de las aceras desgastadas, carcomidas por los pasos de seres anónimos, de personas indiferentes a sus propias existencias.  No quiso pensar demasiado, sólo dejarse llevar por el momento, por la ilusión de un espacio interior, por el frío de los inviernos que nunca existieron. -."Sólo deseo imaginar, soñar que no es este mundo el que me ha tocado vivir, el que se me ha impuesto para respirar".-          Seguir soñando para que esos sueños se materialicen, se hagan algo patente y eterno porque los sueños deben realizarse y deben dejar de ser efímeros. Sus pasos le llevaban a lugares inesperados,  a un crepúsculo

         Hay momentos en los que pienso que estoy perdiendo el tiempo, que dejo escapar los lentos golpes de un péndulo vital, de una cadencia silenciosa y ligada al pulso de mi vida. Y es inevitable girar la cabeza, convertirme en la estatua de sal, añorar las cebollas de Egipto, porque la vida se me ha ido sin darme a penas cuenta. -."Cualquier tiempo pasado no fue mejor, porque, simplemente, es pasado y el pasado ya es imposible de reinventar".-          Descubro que voy pasando por las tres edades, pero no expresadas en la manera de caminar sino en el modo de experimentar el tiempo. De adolescente vivía en el futuro, porque aun no existe el pasado y el presente no era más que un instante propedéutico. Ahora estoy en el puro presente, porque no quiero anclarme en el pasado, hipotecar mis mejores momentos en acontecimientos que ya no están. Pero llegará un momento en el que se vivirá exclusivamente en el pasado, contemplando las hojas amarillentas y desgastadas d

.-No sabes cuanto te he echado de menos.- te pareció hablar al vacío, encararte con la nada, acariciar el silencio. -. Ni te imaginas cuantas veces he salido a la calle esperando verte por alguna esquina, creyendo encontrar tu rostro reflejado en los escaparates de las tiendas.-           Pero sigues  teniendo el silencio por respuesta, un silencio rotundo, verdadero -. Nunca podré resignarme a no verte más, a no saber más de ti, a dejar definitivamente de oír tu voz, sólo oyéndola en mi interior hasta que se deforme y termine por no saber realmente cómo era.          Y  sigues retorciéndote en su interior, mordido en su existencia por su muerte, igual que Laoconte en la orilla del mar, igual que el sacerdote de Neptuno, atacado por serpientes místicas. -.No quiero saber porqué te fuiste, porqué has muerto, no quiero entenderlo, ni resignarme, ni aceptarlo, no...prefiero sentir cómo tus recuerdos se enroscan en mis piernas y en mis brazos, sentirme inmovilizado po

         Decían los primeros científicos que la vida era el movimiento, todo aquello que experimenta procesos, y por tanto, aquello que cambia, que se mueve, es que está vivo. Las cosas inertes son inmutables, no cambian, no sufren ni sienten placer. No se mueven.          También decían que la vida más elemental era la de la burbuja, porque en ella observamos movimientos confusos, azarosos, incontrolados: vida. -."Me adentro en esta burbuja que es la vida, mi vida, aquello que yo mismo siento y percibo. Traspaso la fina membrana de su realidad inmaterial, paso a través del espejo, como Alicia, y miro el mundo al revés, absolutamente contrario, desde dentro de la burbuja".-          Entrar en la burbuja me hace libre, me desprende de este mundo lleno de fealdad, de dolor y de falsedad.

         Estoy perdiendo el miedo al tiempo, ya no me importa mirarle cara a cara, ni me duelen las heridas de sus golpes en mi rostro.  Sé perfectamente que va en serio, que los años pasan cada vez con más fiereza, con menos piedad. .-"Miro hacia adentro y todo me parece mentira, que me lo han contado, que no he sido yo el que ha vivido, al que le han pasado tantas cosas".-          El tiempo me transporta contra mi voluntad hacia un sitio desconocido, hacia un fin incierto, oscuro, de fluidez metafísica poco definida, demasiado escurridiza. El tiempo hace sonar campanas lejanas, misteriosas, dolorosas, definitivas, caducas, vacías, fuegos de derrota, de desolación.

         Era un lugar sin nombre, sin sombras, sin dolor ni alegrías. Gélido por dentro y por fuera, hielos perpetuos que se encaran a un sol humillado, despreciado y convertido en el esclavo de lo absurdo. -."Estoy aquí, pisando tus calles pobres y deslucidas, mirando tus fachadas bastardas de un pasado que nunca fue, llenado el palpito de tu olvido, cuando eres tú la que nunca se acordó de mí".-                   Como una novia obligada al matrimonio no deseado, empujada al odio resentido de la propia debilidad, esperando que uno de los dos muera, que se extinga en el silencio de las cosas, del tiempo, de las crisis sociales.          Como una novia forzada, obligada a sonreir al marido impuesto, empujada a amar ante los ojos de otros. Una novia que ha entregado lo mejor de si, que ha extendido el alma bajo los pies del esposo, esperando un gesto de amor, de compasión, de respeto. .-"Al final uno de los dos morirá y esa es tu esperanza, pero sabes que siempr

.-Aun no es la hora. Ni yo mismo sé cuando llegará el momento de desaparecer de manera definitiva, como el agua por un desagüe escondido y expedito.-          Pero sé que me acercaré a ti y te besaré, como hacen los amantes en todas las estaciones del mundo, en todas las madrugadas, ante los trenes fríos y grises, en medio del olor a la grasa quemada.          Sabes que tomaré tus labios, igual que se toma una copa en medio de la noche, en bares concurridos y ruidosos, rodeados de risas y voces extrañas. -.Me marcho ya, siempre me estoy marchando, siempre me estoy despidiendo.- Es entonces cuando la despedida se convierte en la tragedia de la vida, en el devenir impuesto porque mis llegadas ya suenan a despedidas seguras. -."Ahora sí me voy y me marcho solo otra vez, amor mío.-

         No pretendo conseguir nada, no quiero atrapar el espíritu que exhalas, ni hacerme con tu sombra para meterla en una jaula de diamante. Y no es que no sueñe con ello... -."Me gusta verte caminar".- te sigo con la mirada, con el pensamiento . Y sé que tú lo sabes, siempre lo has sabido, hace ya mucho  que sientes sobre tu espalda el manto invisible de mis sentimientos, de mis tensiones internas. -."No pretendo que me escuches, ni siquiera que sepas que existo".- realmente no sabes si existo, nunca lo has sabido, nunca lo has sentido. -."No sé realmente qué desear. No sé si quiero que me ames o que me ignores. Quiero seguir viviendo la eterna incertidumbre el viajero,  la expectación de un mar en invierno".-          Esta es la tragedia de la vida y de la muerte, del ser interno del hombre, del estremecimiento interno de dios, de la ruptura en la materia de las cosas. -."Te amo y no quiero saber nada más, porque la vida se ha hecho es

         Soy consciente de cada uno de mis actos, de cada uno de mis pensamientos. Percibo en mi interior las intenciones profundas que empujan mi forma de hacer las cosas y las cosas que nunca hice. Cada vez que salta la alarma de mi desidia, siento un escozor espiritual, una acidez de alma profunda e incordiante. -."Sé que no lo estoy haciendo bien. Lo sé, y eso me duele".-          Creo que es la mala conciencia, ese buitre que come mis entrañas, como a Prometeo. Unas entrañas que vuelven a crecer y son el desencadenamiento de los remordimientos más sutiles, más absurdos y  dolorosos. Pequeños remordimientos como astillas diminutas de madera, como una herida en la yema de los dedos, como un minúsculo grano de arena en el ojo. -." En esos pequeños errores no asumidos, en esas decisiones egoístas está la muerte de el dios que soy yo. Si me duele el mal que hago es porque dejo de amarme por momentos. Y si pierdo el amor por mí, por mis ideas, ya no me queda

         Nadie los ha visto, nadie ha podido escuchar sus voces, ni sentir el sonido de sus pisadas o experimentar el estremecimiento de sus presencias invisibles.          Se han manifestado en la oscuridad y el frío, y se atrevieron a revelarse y a lanzar mensajes proféticos. -."Mantened el fuego sagrado, preparaos para el sacrificio, y ellos os darán su amor. Sabréis qué es la vida y la muerte, seréis dichosos  hasta el fin".- decían sus sacerdotes.                   Descubrimos nuestras cabezas ante el cielo abierto, caminamos descalzos en medio de mares de guijarros, de cristales cortantes y ascuas enrojecidas por la ira, por el abandono. -."Sed fieles a mi" .-dijo el rey de los dioses de la Miseria.          Pero  a cada invocación, ellos respondían con la voz del silencio, con el eco de una pared húmeda y desconchada. -."Malditos dioses de la Miseria dioses vampiros del dolor y la soledad. Malditas divinidades de barro cocido en un sol de invie

         Estoy cansado de esperar, de intentar agradecer cada momento de vida, de esperanza, como si fuera  un regalo que se me hace. Estoy agotado de sentirme culpable de no serlo, de tener que comprar la caricia de una palabra cadenciosa, bienintencionada en apariencia.          No puedo arrastrar las innumerables cuerdas que sujetan los tubos de un órgano de cristal, entre las arenas de un desierto ardiente y despiadado.          He decidido apartar la mirada de esas caminos perdidos en un monte que siempre fue despiadado conmigo. -."¡Se terminó el tiempo!- ha llegado la hora de desesperar, de deshacer lo esperado, de abandonar la mera intención, el más leve suspiro, el más sutil de los suspiros. -."He descubierto la pasta de la que está hecha el mundo, las miserias que se esconden en el sepulcro de sus  palabras aterciopeladas, amorosas, entregadas, decadentes en lo más íntimo de su ser, en la más mínima vibración. -."Sé quien soy, sé lo que quiero, pero a

         los inviernos son fértiles, son sutiles y hermosos. Los inviernos nos abren los ojos al misterio, al silencio, a la eternidad. No me importa sentir el invierno si las primaveras se asoman por las esquinas, y son precisamente las primaveras las que dan sentido a la oscuridad de las tardes invernales.          Los inviernos son nidos para la esperanza, la expectación, el rasgado cadencioso de los relojes tensionados e internos. -. " Me gusta el invierno, porque he perdido el miedo".- no temo nada, no temo al frío en mi rostro, ni el recorrido helado de su presencia en mi torso, en mis manos. en el atardecer de la existencia, en el invierno de mis venas está el margen del sentido, la línea delgada de la armonía, el sonido de las esferas interiores.

         A veces creo que me he acostumbrando a vivir  sobre la fina superficie de las cosas. Pensar que las personas son aquello que sus palabras o sus sonrisas manifiestan. He llegado a pensar que  todo lo que hay es tal como se me presenta, tal como parece que lo estoy viviendo. Y me he pasado media vida intentando profundizar en la realidad y la otra media en afirmar que lo que hay es simplemente lo que veo.          A estas alturas me doy de bruces con lo auténtico. -."Me he dado cuenta de que no eres lo que pareces, que realmente nunca he llegado a conocer lo más mínimo de ti".-          Y me resisto a emitir juicios sobre la gente, a hacer calificaciones y etiquetajes morales o no morales. No quiero pensar si esto o aquello es mejor , o si tal vez tus actitudes debieron de ser otras. No quiero sumergirme en la neurosis del sentimiento amargo y espeso de un fracaso sentimental.          Aun así , en muchas ocasiones doy media vuelta , llegando a pensar que est

         Acariciarte es algo más que tocar tu piel, algo más que un simple gesto o un acto reflejo incontenido.              Rozar tu piel, sentir el tacto de tu propio ser es sentirme unido a ti, profesar fielmente el acto de fe de tu presencia en mi vida y de mi presencia ante tus ojos, ante tu persona. -. "me gusta hacerte carias, , quiero sentir la calidez de tu  existencia, necesito saber que existes, que estás aquí".-          Cada vez que te miro te acaricio, te pienso y  te vivo , entras a formar parte de mis respiraciones, del fluir de mi sangre. Cuando te acaricio el pelo, o las manos, va desapareciendo aquel micro magnetismo que nos separa, para hacer de ti y de mi una sola realidad. -."Yo lo vivo así, yo lo siento así, por eso cada instante de tu presencia se va convirtiendo en una eternidad de vida, en una vida entera".-