EL PRÍNCIPE

A la hora de escribir cada uno tiene una voz interior que le dicta aquello que quiere reflejar en el papel o la pantalla. A veces esa voz viene directamente desde sentimientos superficiales, como sensaciones ocasionadas por el roce de nuestro cuerpo con la naturaleza, con el aire o con el agua. Otras veces te habla desde la ira, chillándote párrafos llenos de puntos, comas, y signos de exclamación con los que mostrar tu desencanto con aquello que no crees justo. Con aquello que te pone de malas y no puedes evitar expresarte.
Dicho esto sólo me queda decir que a continuación la voz que me habla viene desde el más profundo de los sentimientos ,y que proviene de aquello que a muchos románticos les gusta llamar corazón.

De vez en cuando tenemos la suerte de dar con una persona que nos llama la atención. No, no hablo de esa chica con vaqueros ajustados que ves pasar por la acera de enfrente, ni de nadie idealizado. Hablo de aquellos que a la hora de ir conociéndolos nos ocupan un lugar cada vez más grande en nuestro, bueno venga lo digo, en nuestro corazón. Pero no se rellena ese hueco con deseos ni chorradas rosas. Se llena de pura admiración; de respeto. Y eso es lo que yo siento cada vez que escucho a esta persona hablarme, y tengo la suerte de que me habla desde magnanimidad cada vez que se lo pido; cada vez que esta cabecita inquieta que se sumerge en remolinos le pide consejo. Y es que él es así, te escucha; algo que ya le honra.

Pongámonos en situación. Necesitas alguien que te escuche; pero no a cualquiera. Osea no me vale alguien que asienta pero mientras esté pensando en Mickey Mouse, no, necesitas a alguien que digiera en su interior lo que le estás transmitiendo, ya sea con palabras, gestos, miradas, caricias y demás formas de comunicarse. Bueno pues va él y te pregunta que si puede comer contigo. ¡me lo pregunta! Coño quédate a vivir en mi casa, serías el hermano que nunca tuve. Aunque a personas como él hay que tomarlas en dosis, como las cucharadas de un jarabe viscoso y dulce. Las personas como él, que por desgracia son pocas, o por lo menos no han sido predominantes en mi vida, te hacen ver que tu profundidad, aquello que sientes como una barrera ante los demás, es compartida por alguien. Osea ¡Hay alguien tan jodidamente loco como yo! Y no solo eso, es que además te hace ver lo equivocado que estás en tu forma de ver la vida con unas simples frases. Como él diría, "sigue adelante".


El caso es que en una simple comida tus ojos se quedan abiertos ante la magnanimidad de la persona que tienes delante. Tus oídos descubren nuevos sonidos que provienen de aquellas palabras que ese chico tan joven dice desde su corazón. La comida se convierte en toda una lección de cariño hacia el ser humano. Era capaz de abrirse sin temor, sin vergüenza, sabía ser auténtico sin necesidad de verse forzado a ello; quizás porque no sepa ser de otra forma.
Le escuchas hablar de sus aficiones , y la forma de hacerlo te hace ver a alguien que ama esas, ya no aficione, sino pasiones ¿cómo alguien puede amar tanto lo que hace, dar todo lo que tiene para seguir disfrutando de lo que le guste, aunque no obtenga un beneficio material de ello? Pero es feliz porque ama esas pasiones, porque podría hablarme de ellas durante días sin parar y son preciosas, porque el me ha dado el regalo de poder ser parte, una pequeña, de aquel maravilloso cartel que era su corazón.
Por si no habéis pillado lo anterior, quería decir que una de las cosas que más me fascina de este chico es su capacidad de amar a las personas, yo en ese instante estaba teniendo el privilegio de escuchar el aprecio puro y duro de alguien hacia los otros. El cariño que demuestra en cada acto es, simplemente, puro. Puro como toda la ayuda que siempre me ha ofrecido; eso sin pedir nada a cambio, con mucha energía. Así era el una pila siempre cargada, un cohete sin un rumbo definido que se alza en pocos segundos hacia el universo. La verdad es que no se que clase de metabolismo tiene este chaval pero que me pase un poco del suyo para ver si piso un poco el acelerador al mío y consigo ver la vida en tan grande amplitud como el lo hace. Con su pasión.

Que puedo decir de alguien que confía en mí, que me aprecia y que me valora como él lo hace. Me anima y me dice que lo que hago  es bueno, que no desista, que continúe. Porque continuar cansa menos que estar parado. Y todo esto mientras le observo en silencio, con los cinco sentidos trabajando en comprender como hay un alma humana tan parecida a la mía. A la vez tan madura, adulta; pero con la otra mitad habitada por un niño, por juegos y ocio. Es una combinación perfecta. Que martiriza, sí; pero que a la vez te llena de gozo con cada nuevo descubrimiento, con cada nueva creación y deseo que se nos pasa por nuestras cabezas, que nunca dejan de pensar y darle vueltas a las cosas, llevándonos a un caos que no siempre sabemos ordenar.


Por si esto no fuera poco para que si figura se alzase ante mi como la pared de un acantilado escarpado, su grandiosidad no sólo se justifica en la pasión que pone en la vida, que el bien sabe que una vida sin vivir no merece la pena vivirla, sino que hay algo aún más grande que sus propias obras que ya he introducido anteriormente. Es su capacidad para amar a los demás y hacer de su día a día una obra de arte, la cual admiro aunque no se lo diga y estoy seguro de que muchos lo hacen también. Cuándo veo cómo se divierte, como se abre y como toca a esos dos melenas a los que tanto quiero, puedo ver el cariño que define la palabra, bueno no, palabra no, mejor sentimiento, sí; lo que define al sentimiento de la amistad. No sabéis cuanto os quiere ese chico. A uno por hermano de sangre con el que ha compartido momentos que quedan grabados y a otro por ser la compañia perfecta en los momentos en que la risa debe regar el alma. Como no los va a querer si hasta yo los amo.
Como ama este chico es increible. Es ese amor que hace humanos a los hombres, el hecho de amar hasta lo desconocido. El hecho de amar incluso lo que no nos ama o no nos es correspondido. Merece la pena vivir cada día si amas así, y nunca te arrepentirás de ello. Y aunque joda, aunque me joda ver que uno ama algo que no le corresponde, algo al que cuidaría y lo daría todo por ese algo o alguien, tú nunca te podrás arrepentir de amarlo, pues es puro.

Pueo seguir hablando de todo lo que le hace ser una persona de verdad. Que si su alma romántica, su deseo por mejorar día a día, su creatividad propia de épocas mejores, su forma de amar lo que duele etc; pero basta por hoy; ya he halado suficiente. Ahora quiero escucharte, pues cuando un hombre enseña, dos aprenden.
Tu lo sabes mejor que nadie, así termina Tosca:E non ho amato mai tanto la vita!
Tanto la vita!... Tu nunca cometerás ese error, pues tus días merecen la pena uno tras otros en la medida que sigue siendo tú.

Para David.




Comentarios

Unknown ha dicho que…
Amistad. Puede que sea lo más importante en la vida. No se trata de priorizar ni ser injusto, pero lo que es seguro es que nosotros elegimos a nuestros amigos. Admiro profundamente a todos mis amigos, me ayudan a seguir y aprendo todos los días de ellos, me siento un ser humano muy afortunado de la vida que tengo y eso es gracias a la gente que me rodea.

Nunca un nombre fue mejor puesto que Ángel, eso es lo que eres para mí, un ángel caído del cielo para protegerme, para ayudarme, para entenderme. Yo me enamoro de los nombres, de sus significado del juego que me dan para escribir poemas y si me enamorara de los hombres me enamoraría de ti, no me cabe duda.

Gracias por estar ahí siempre eres alguien con quien puedo ser yo mismo, alguien más culto que las páginas de los libros, alguien reservado, lo que produce el atractivo del misterio.

Es bueno, de hecho me gusta que seas reservado, porque conocerte es como la vida, como cuando subes una montaña; si cuesta, todo es más bonito al llegar a la cima y al ver tu corazón abrirse sólo puedo sentir una cosa: felicidad.

La energía que tengo no me pertenece en exclusiva, tú formas parte de ella, mis amigos mi familia, el amor… Me encanta escucharte porque yo soy el primero que aprende y que sepas valorar y estimes tan bien mis conejos es el mayor de los halagos para mi. Me encanta ayudarte, porque tú haces exactamente lo mismo conmigo.

Continua amigo, continua escribiendo, continua soñando, continua alimentando todas tus pasiones, toda tu bondad, todo tu corazón. Somos como los gladiadores, que han de enfrentarse a innumerables batallas y todo es mucho más sencillo si peleamos juntos.

Una vez escribiste un texto precioso tras un concierto nuestro, algo que imprimiré y enmarcaré en mi cuarto, algo que será el mejor recuerdo que alguien que se dedica a cantar pueda tener. Porque no canto para ligar, ni ganar dinero ni memeces por el estilo, lo hago porque me apasiona y porque todo el esfuerzo merece la pena cuando lees lo que escribiste.

Es que cuando escribes llegas al corazón desde luego que sí, eres profundo, pero a la vez alguien con quien puedes echarte unas tapas y partirte de risa por cualquier chorrada. Hay personas para las que tengo una caja con sorpresas, para ti tengo la vida entera que me queda y la quiero disfrutar contigo, amigo.

Sí, todavía tengo más: cuando te cuento todas las locuras que he hecho por amor y me das tu opinión sincera, es como un bálsamo. Entonces comprendes que no estás equivocado, que tu esfuerzo, tu forma de vivir, de amar… que tus pasiones tienen sentido y que cuando el aliento se apague, todo habrá merecido la pena, porque conseguiste aquello que anhelabas y por lo que tanto luchaste; que tu vida fuera extraordinaria.

Te podrás imaginar que como empieza a ser costumbre, me he tomado la libertad de escribir también en horizontal, no quiero abusar del recurso, lo hago cuando la ocasión lo merece y creo que esta vez más que nunca.

Acabaste tu texto magistralmente con Tosca, así que intentaré hacer un final que esté a la altura. Curiosamente la última palabra al la que Puccini puso música fue; poesía, fue en una colosal ópera que no pudo terminar: Turandot, en ella se encuentra el aria por la que me acerque a la ópera, el famosísimo: Nessun dorma. Calaf le canta a la princesa y termina con aquello que también quiero cantarte: All'alba vincerò! (Al alba venceré), pues eso amigo; ¡venceremos, venceremos!

Para Ángel.
Unknown ha dicho que…
Amistad. Puede que sea lo más importante en la vida. No se trata de priorizar ni ser injusto, pero lo que es seguro es que nosotros elegimos a nuestros amigos. Admiro profundamente a todos mis amigos, me ayudan a seguir y aprendo todos los días de ellos, me siento un ser humano muy afortunado de la vida que tengo y eso es gracias a la gente que me rodea.

Nunca un nombre fue mejor puesto que Ángel, eso es lo que eres para mí, un ángel caído del cielo para protegerme, para ayudarme, para entenderme. Yo me enamoro de los nombres, de sus significado del juego que me dan para escribir poemas y si me enamorara de los hombres me enamoraría de ti, no me cabe duda.

Gracias por estar ahí siempre eres alguien con quien puedo ser yo mismo, alguien más culto que las páginas de los libros, alguien reservado, lo que produce el atractivo del misterio.

Es bueno, de hecho me gusta que seas reservado, porque conocerte es como la vida, como cuando subes una montaña; si cuesta, todo es más bonito al llegar a la cima y al ver tu corazón abrirse sólo puedo sentir una cosa: felicidad.

La energía que tengo no me pertenece en exclusiva, tú formas parte de ella, mis amigos mi familia, el amor… Me encanta escucharte porque yo soy el primero que aprende y que sepas valorar y estimes tan bien mis conejos es el mayor de los halagos para mi. Me encanta ayudarte, porque tú haces exactamente lo mismo conmigo.

Continua amigo, continua escribiendo, continua soñando, continua alimentando todas tus pasiones, toda tu bondad, todo tu corazón. Somos como los gladiadores, que han de enfrentarse a innumerables batallas y todo es mucho más sencillo si peleamos juntos.

Una vez escribiste un texto precioso tras un concierto nuestro, algo que imprimiré y enmarcaré en mi cuarto, algo que será el mejor recuerdo que alguien que se dedica a cantar pueda tener. Porque no canto para ligar, ni ganar dinero ni memeces por el estilo, lo hago porque me apasiona y porque todo el esfuerzo merece la pena cuando lees lo que escribiste.

Es que cuando escribes llegas al corazón desde luego que sí, eres profundo, pero a la vez alguien con quien puedes echarte unas tapas y partirte de risa por cualquier chorrada. Hay personas para las que tengo una caja con sorpresas, para ti tengo la vida entera que me queda y la quiero disfrutar contigo, amigo.

Sí, todavía tengo más: cuando te cuento todas las locuras que he hecho por amor y me das tu opinión sincera, es como un bálsamo. Entonces comprendes que no estás equivocado, que tu esfuerzo, tu forma de vivir, de amar… que tus pasiones tienen sentido y que cuando el aliento se apague, todo habrá merecido la pena, porque conseguiste aquello que anhelabas y por lo que tanto luchaste; que tu vida fuera extraordinaria.

Te podrás imaginar que como empieza a ser costumbre, me he tomado la libertad de escribir también en horizontal, no quiero abusar del recurso, lo hago cuando la ocasión lo merece y creo que esta vez más que nunca.

Acabaste tu texto magistralmente con Tosca, así que intentaré hacer un final que esté a la altura. Curiosamente la última palabra al la que Puccini puso música fue; poesía, fue en una colosal ópera que no pudo terminar: Turandot, en ella se encuentra el aria por la que me acerque a la ópera, el famosísimo: Nessun dorma. Calaf le canta a la princesa y termina con aquello que también quiero cantarte: All'alba vincerò! (Al alba venceré), pues eso amigo; ¡venceremos, venceremos!

Para Ángel.

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