LA NIEVE
Si me paro a pensar, llego a la idea de que me pasan las mismas cosas, que nada es diferente. Lo único que ocurre, en realidad, es que se me olvida que me ya ha pasado antes, pero no...siempre es lo mismo. Tal vez sea verdad aquello que los antiguos pensadores griegos decían sobre el tiempo, que todo es un ciclo que se repite, al igual que las estaciones del año, ciclos constantes, que hacen que las nieves vuelvan a aparecer. Y ese mismo ciclo enreda nuestra relación, la convierte en una madeja de fibras sentimentales, de recuerdos y vivencias buenas o malas.
Tus miradas siempre son las mismas, y hasta tus conversaciones son recurrentes, y se han vuelto vacías.Todo esto es una señal: tienes que irte, o soy yo el que ha de desaparecer. Las cosas ocurren igual que la nieve, siempre blanca y fría, siempre silenciosa, amortiguando cualquier sonido y envolviendo en su halo todo lo que existe.
Pero tú no te vas, otra vez el eterno ciclo de tu presencia
-. no sirvo para esto, mi vida es , necesariamente un caos, algo que ha de ser imprevisible . Necesito esa parcela de libertad, no puedo seguir atado a ti , adivinando cada una de tus palabras.-
Entonces es cuando desvías tus ojos, miras hacia el suelo,esperando que sea yo mismo el que decida, el que tome la puerta y se vaya.
Y aquella tarde todo fue diferente, decidí romper el ciclo del tiempo, abrí una brecha y decidí marcharme. Ahora mis pies se hunden en la nieve, marcando nuevas huellas, rompiendo la película blanca y amando cada una de mis pisadas.
Tus miradas siempre son las mismas, y hasta tus conversaciones son recurrentes, y se han vuelto vacías.Todo esto es una señal: tienes que irte, o soy yo el que ha de desaparecer. Las cosas ocurren igual que la nieve, siempre blanca y fría, siempre silenciosa, amortiguando cualquier sonido y envolviendo en su halo todo lo que existe.
Pero tú no te vas, otra vez el eterno ciclo de tu presencia
-. no sirvo para esto, mi vida es , necesariamente un caos, algo que ha de ser imprevisible . Necesito esa parcela de libertad, no puedo seguir atado a ti , adivinando cada una de tus palabras.-
Entonces es cuando desvías tus ojos, miras hacia el suelo,esperando que sea yo mismo el que decida, el que tome la puerta y se vaya.
Y aquella tarde todo fue diferente, decidí romper el ciclo del tiempo, abrí una brecha y decidí marcharme. Ahora mis pies se hunden en la nieve, marcando nuevas huellas, rompiendo la película blanca y amando cada una de mis pisadas.
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