IMPULSO
Que no es fácil vivir, es algo que los acontecimientos me han ido enseñando. Vivir se ha convertido, poco a poco, en una especie de carrera de obstáculos, de un camino empinado hacia cumbres misteriosas, ocultas entre nubes. Es complicado sobrevivir al tiempo en el que los dragones desaparecieron, el mismo donde las hadas mueren ahogadas en el lago de las circunstancias.
A pesar de todo sigo queriendo tener deseos de desear, de vivir, de caminar a paso rápido sobre unas ascuas emocionales, sobre unos guijarros que crecen en las orillas de ríos ácidos y calientes. Es necesario ser muy hombre, ser muy persona para empujar un carro de emociones, para arrastrar el saco de las proposiciones que se agarra a la vida como el terciopelo al tafetán.
Ahora estoy esperando que me vuelva a cegar el dorado de tu piel y la luz de tus ojos, buscando el impulso de vivir, la fuerza de dar el salto vertiginoso de los silencios contenidos.
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