¿CUAL ES TU VERDAD?
Siempre dijo que sus ojos eran claros, profundos, como un bosque de druidas, como el mar mítico de la Ilíada. Pero realmente no era así, los tenía verdosos, nada más. Su presencia daba la impresión de estar rodeada de un halo misterioso y especial, con una sonrisa abierta y sincera, pero tampoco era cierto. ¿Que es la verdad? en las cosas tal vez sea la perfecta correspondencia entre el pensamiento y lo que ocurre, aun cuando nunca estaremos completamente seguros de lo que está ocurriendo ante nuestros ojos,se trata simplemente de un acto de fe en las cosas. ¿Consideramos verdades aquello que nos resulta útil para la vida diaria o para nuestros proyectos futuros? puede ser, desde luego muchos son los filósofos que defienden esta idea. Pero ¿y en las personas qué es la vedad?.
R. caminaba por la calle oscura y fría, arrastrando el manto regio de su soledad, con orgullo y cierta dignidad, y se hacía preguntas a cerca de las personas que conocía, aquellos que consideraba amigos, aquellos que estaban presentes en todo momento cuando reescribía el libro interno de su autobiografía. Eran muchas las desilusiones, tal vez porque esperaba de ellos algo inusitado, inesperado e ilusionante. ¿son personas auténticas?
La verdad del hombre es simplemente que es un ser humano, nada más. El problema se complica intentando deshacer la maraña de un concepto tan críptico y desesperante, una idea que se desliza en el balde de los pensamientos especulativos. Los seres humanos son seres que se van deshaciendo y construyendo por momentos, seres que son para si mismos y son para los otros , y realmente pocas veces coinciden estos dos aspectos. El hombre como ser en sí está en constante definición, envolviéndose en esferas sucesivas conforme evoluciona el espíritu, al igual que una perla fina se recubre en años con innumerables capas de nácar, surgiendo la belleza perdida en brillos de plata. Pero el hombre para los otros no es más que un constructo entre el ser en si y el otro que le observa y se deja intervenir, se construye en un diálogo intenso y vital, .
¿Cuál es tu verdad? se preguntaba R. al recordar el rostro de V. ya tan lejano, tú no eres más que el resultado de mis experiencias y de mis ilusiones, que se estrellan como los mares en el acantilado frío de un norte indiferente.
R. caminaba por la calle oscura y fría, arrastrando el manto regio de su soledad, con orgullo y cierta dignidad, y se hacía preguntas a cerca de las personas que conocía, aquellos que consideraba amigos, aquellos que estaban presentes en todo momento cuando reescribía el libro interno de su autobiografía. Eran muchas las desilusiones, tal vez porque esperaba de ellos algo inusitado, inesperado e ilusionante. ¿son personas auténticas?
La verdad del hombre es simplemente que es un ser humano, nada más. El problema se complica intentando deshacer la maraña de un concepto tan críptico y desesperante, una idea que se desliza en el balde de los pensamientos especulativos. Los seres humanos son seres que se van deshaciendo y construyendo por momentos, seres que son para si mismos y son para los otros , y realmente pocas veces coinciden estos dos aspectos. El hombre como ser en sí está en constante definición, envolviéndose en esferas sucesivas conforme evoluciona el espíritu, al igual que una perla fina se recubre en años con innumerables capas de nácar, surgiendo la belleza perdida en brillos de plata. Pero el hombre para los otros no es más que un constructo entre el ser en si y el otro que le observa y se deja intervenir, se construye en un diálogo intenso y vital, .
¿Cuál es tu verdad? se preguntaba R. al recordar el rostro de V. ya tan lejano, tú no eres más que el resultado de mis experiencias y de mis ilusiones, que se estrellan como los mares en el acantilado frío de un norte indiferente.
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