LA SUERTE

         No dejas de mirar a tu alrededor, esperando que no vuelvan a ocurrir aquellos extraños ritos, los mismos misterios que permitieron el desenlace de un momento de felicidad. Ser feliz es el instante en el que el pequeño genio invisible que te sigue constantemente a tus espaldas, te concede un deseo que jamás te has permitido desear.


         -."Déjame seguir soñando".- me dijiste con los ojos entornados, con una sonrisa dulce y tímida.
         -.Sabes que no me los puedes contar. Si lo haces nunca ocurrirán.
         Entonces decidiste guardar silencio, encerrar tu secreto dentro del santuario de tu alma, en el interior de tu mente , flotando en la oscuridad interior de tus ojos cerrados.
         -."Piensas que es inútil invocar deseos, eres un supersticioso.".-
         No es superstición, invocar un deseo, pronunciar un nombre deseado, un acontecimiento esperado es hacer que ocurra ya, hacerlo aparecer de una manera sutil, es el instante efímero de observar las cosas de forma momentánea. Pero una vez pronunciadas, una vez pensadas y vistas en el reflejo de las propias palabras, desaparece.

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