EL CONSTRUCTOR
Cada mañana vuelvo a levantar el castillo de mi existencia, y al atardecer pienso que es necesario hacerle nuevos fosos, tal vez porque el mundo es difícil, porque hay cosas de mí mismo que no deseo. Siempre son las mismas piedras las que conforman sus muros, siempre los mismos sillares nacidos de areniscas procedentes de las orogénesis existenciales. Realmente la vida la voy construyendo yo, como un arquitecto espiritual de una construcción efímera, destinada a la desaparición total, al mero recuerdo en el mejor de los casos. Y la vida no es más que el intento de reedificar sobre ruinas, en un tell de eternas curvas, en una espiral de idas y venidas portando las rocas de mis recuerdos, de mis experiencias. -."Pero hoy quiero crear algo nuevo, quiero hacer un palacio para el amor, un hogar con grandes ventanales, quiero que las luces de la noche traspasen sus cristales. Y le pondré puertas a los cuatro puntos cardinales, que se abrirán con e