EL ORO
A veces nos creemos ser más importantes de lo que realmente somos. Pensamos que el mundo se pierde algo grande si no nos mira, que los acontecimientos sólo pueden ser tocados por el cetro de nuestra atención, que existen en el momento en el que sus paredes crean el eco de nuestra respiración.
Pero no es así, la realidad es una gran máquina que puede permitirse al lujo de seguir funcionando sin una de sus piezas, como un maravilloso deportivo de carreras o un increíble reloj suizo.
-."No puedo decirte aquello de ...no sabes lo que te pierdes", porque sí lo sabes y...no es para tanto"
Nos queda el consuelo de saber que hemos de vivir por nosotros mismos, porque sencillamente sólo somos imprescindibles para nosotros. Y entonces nos preguntamos: "¿Acaso hay algo más importante?".
Pero no es así, la realidad es una gran máquina que puede permitirse al lujo de seguir funcionando sin una de sus piezas, como un maravilloso deportivo de carreras o un increíble reloj suizo.
-."No puedo decirte aquello de ...no sabes lo que te pierdes", porque sí lo sabes y...no es para tanto"
Nos queda el consuelo de saber que hemos de vivir por nosotros mismos, porque sencillamente sólo somos imprescindibles para nosotros. Y entonces nos preguntamos: "¿Acaso hay algo más importante?".
Comentarios