LOS DIOSES DE LA MISERIA.

         Nadie los ha visto, nadie ha podido escuchar sus voces, ni sentir el sonido de sus pisadas o experimentar el estremecimiento de sus presencias invisibles.
         Se han manifestado en la oscuridad y el frío, y se atrevieron a revelarse y a lanzar mensajes proféticos.
-."Mantened el fuego sagrado, preparaos para el sacrificio, y ellos os darán su amor. Sabréis qué es la vida y la muerte, seréis dichosos  hasta el fin".- decían sus sacerdotes.        
          Descubrimos nuestras cabezas ante el cielo abierto, caminamos descalzos en medio de mares de guijarros, de cristales cortantes y ascuas enrojecidas por la ira, por el abandono.
-."Sed fieles a mi" .-dijo el rey de los dioses de la Miseria.

         Pero  a cada invocación, ellos respondían con la voz del silencio, con el eco de una pared húmeda y desconchada.
-."Malditos dioses de la Miseria dioses vampiros del dolor y la soledad. Malditas divinidades de barro cocido en un sol de invierno, nacidas en la más absurda penumbra. Os voy a olvidar, lo juro, y sentiréis el dolor de la indiferencia. Os  condenáis a disolveros en el mar de la soledad, el mismo en el que mi nave está perdida desde hace años.