NOLI ME TANGERE
R. yacía desnudo sobre la cama, pensativo, sintiendo el leve sueño del despertar tras una noche difícil. El calor bañó su piel durante horas , enredándolo en su torbellino de hilo y oscuridad. Aquella noche la pasó solo, alguien se fue y decidió que su camino era otro diferente al del propio R.
-."Otra vez lo mismo".- efectivamente no era la primera vez que se sentía abandonado, aun cuando los recuerdos seguían vivos, indelebles, y se hacían presentes como espíritus nouménicos en una noche de magia y drogas. Pero lo verdaderamente real era que él no estaba allí cuando abrió sus ojos.
-."Si sentías cosas, si esas cosas eran lo mismo que yo siento ahora es la señal de que no me entiendo a mi mismo".- se decía para sus adentros, arañando los rincones de su pensamiento con el mismo ensañamiento de rascar una picadura de mosquito.
En ese momento pudo escuchar la puerta abrirse despacio y cerrarse con un suave golpe.
R. Miró hacia el umbral de la puerta para descubrir la figura de su amante.
-."No puedo irme así, de esta forma":- le dijo con voz suave, como queriendo no despertar a alguien.
-."Pero lo has hecho, y ahora vienes para irte de nuevo".-
R. sonrió con dulzura, y giró su cuerpo hacia la dirección contraria, esperando nuevas palabras, nuevos gestos y deseando alguna caricia.
-."No me toques, prefiero recordar que lo has intentado y yo me negué, prefiero pensar que has sido tú el perdedor y no yo"
-."Otra vez lo mismo".- efectivamente no era la primera vez que se sentía abandonado, aun cuando los recuerdos seguían vivos, indelebles, y se hacían presentes como espíritus nouménicos en una noche de magia y drogas. Pero lo verdaderamente real era que él no estaba allí cuando abrió sus ojos.
-."Si sentías cosas, si esas cosas eran lo mismo que yo siento ahora es la señal de que no me entiendo a mi mismo".- se decía para sus adentros, arañando los rincones de su pensamiento con el mismo ensañamiento de rascar una picadura de mosquito.
En ese momento pudo escuchar la puerta abrirse despacio y cerrarse con un suave golpe.
R. Miró hacia el umbral de la puerta para descubrir la figura de su amante.
-."No puedo irme así, de esta forma":- le dijo con voz suave, como queriendo no despertar a alguien.
-."Pero lo has hecho, y ahora vienes para irte de nuevo".-
R. sonrió con dulzura, y giró su cuerpo hacia la dirección contraria, esperando nuevas palabras, nuevos gestos y deseando alguna caricia.
-."No me toques, prefiero recordar que lo has intentado y yo me negué, prefiero pensar que has sido tú el perdedor y no yo"
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