ADIOS A LA MADRE
La tempestad fue cruel, nunca lo imaginas, no puedes siquiera llegar a pensar la magnitud de algo que sólo ha existido en tus miedos . Se piensan todas las cosas, y las peores no las magnificas, al contrario, solo se agranda lo nimio, lo inconsistente. Pero las cosas grandes son demasiado grandes cuando se revelan , cuando muestran su realidad, dura, fría, acerada, sin compasión.
-."El mundo no tiene corazón, sólo yo lo tengo. Soy yo el que ha de poner el sentimiento y la pasión en la materia rocosa de las circunstancias".-
Llegó el momento del adiós, y tras el destrozo de unas olas víricas y grises, ha llegado el remanso, la calma, la desesperación de un horizonte invisible, por fin tus ojos azules, casi grises, procedentes de otras latitudes se han disuelto en el mar, se han perdido en las orillas de un océano que se agrandó con mis lágrimas, con mi dolor, con mis manos deslizándose sobre el tibio cristal que me separó de ti.
-."Que sepas que nunca te voy a olvidar, que jamás dejaré de amarte y admirarte, porque fuiste la madre que vivió a los pies de un hijo".-
-."El mundo no tiene corazón, sólo yo lo tengo. Soy yo el que ha de poner el sentimiento y la pasión en la materia rocosa de las circunstancias".-
Llegó el momento del adiós, y tras el destrozo de unas olas víricas y grises, ha llegado el remanso, la calma, la desesperación de un horizonte invisible, por fin tus ojos azules, casi grises, procedentes de otras latitudes se han disuelto en el mar, se han perdido en las orillas de un océano que se agrandó con mis lágrimas, con mi dolor, con mis manos deslizándose sobre el tibio cristal que me separó de ti.
-."Que sepas que nunca te voy a olvidar, que jamás dejaré de amarte y admirarte, porque fuiste la madre que vivió a los pies de un hijo".-
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