BAJO LA PUERTA

.-"Hola".- pasaron uno segundos hasta que apareció la respuesta en aquella diminuta pantalla, en aquel pequeño universo de soledades, de ausencias, de esperas intencionadas.

-."Hola K tal?".-
.-"quieres quedar?".-

la respuesta siempre es la misma, aunque no se diga. Es un sí que se esconde y se asoma temeroso bajo las puertas, bajo las rendijas de la vanidad.

-."¿Cómo eres?.-  seguramente querría saber cómo no es, porque no se es un cuerpo, ni un rostro, no se es una actitud mostrada a la escena del placer, del momento, de la experiencia fugaz.
   





     De forma repentina llegó una foto, en ella aparecía un torso desnudo, y realmente así era. Sólo se es lo que se quiere mostrar, sólo nos hacemos presentes en la medida que lo permitimos, que lo deseamos. No hay más que lo que ves porque , sencillamente, yo no quiero ser más para ti. No quiero saber qué ocurrirá , qué pasará en el mañana de los sueños, de los delirios de felicidad. Y no me importa la impronta que dejen mis breves palabras, mis fotografías sesgadas, arrancadas del libro de las existencias de forma cruel y mutilante.
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