ONDAS

         Ni te imaginas el efecto que una piedra causa en la superficie de una laguna, jamás podrás pensar cómo el pequeño cuerpo, al traspasar la superficie del agua, transforma un mundo que hasta el momento era estático y silencioso. En ese momento las ondas se suceden  empujando a la luz hacia los rincones más escondidos de mi alma.
         No te puedes hacer una idea de lo hermosas que suenan las palabras en el corazón de alguien que te ama, cualquier palabra, cualquier gesto. Porque son un pequeño tesoro que se entrega, y sabes que es mentira aquello de que las palabras se las lleva el viento.
         No sé si comprenderás cómo el corazón llega a agrandarse cada vez que  tu silencio es signo de tu atención, de tu contemplación ante mi persona. He vivido ya muchos silencios que me han enseñado a valorar los tuyos, llenos de respeto.

         Quiero que sepas que cada llamada tuya es ese guijarro que ondula mis pensamientos y consigue refractar las luces que habitan mi espíritu, sólo ansío el momento de sentir tu presencia, esos segundos de tu voz, esos espacios que son capaces de crear ecos que se prolongan como el sol en un crepúsculo septentrional.