LA SEDUCCIÓN

       Todo comenzó, como empiezan normalmente las cosas entre personas, con una mirada. Aquella fué  de esas directas a las pupilas, una mirada desafiante y suplicante a la vez. Lo curioso es que sentí un pálpito, y algo me parecía decir que le resultaba atractivo. Entonces tensé mis músculos, marcando los pectorales. "me voy a comer el mundo", y le sonreí...
       A pesar de la conversación, que lograba mantener con cierta dificultad, me resultaba imposible dejar de imaginar cómo le seduciría aquella noche, cómo acariciaría su cuerpo para hacerle estremecer...

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA ROSA

LA NINFA

OJOS DE ESTATUA