LA FOTOGRAFIA
Lo cierto es que ahora no estás y sólo queda esta fotogracía, eso es lo que me hay. Un sueño plasmado en una cartulina , esta foto que no consigo eliminar de entre mis cosas. Parezco una de esas personas incapaces de destruir una estampita religiosa, por miedo o...por si acaso. Como enredado en una maraña de supersticiones obsesivas y humillantes. Ahora me queda la escritura de una casa que jamás se construyo, correr a lo largo de una pista infinita.
Sigo acariciando al fotografía, y creo que sé donde acaba esta historia, termina en el último centrímetro de la foto, y no queda más. Da igual que la tenga yo o cualquier otra persona, porque al final va a significar lo mismo: nada.
Pero también es verdad que, en los contornos de tu figura o de la mia, están marcados los momentos de una respiración y de un deseo. Ahora es el momento de aclarar de quien era esa respiración y ese deseo. Tuyo no. Parece que sólo era mío.
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