ATRACCIÓN
Era difícil explicarlo, exponer qué cosa era lo que realmente me atraía de ti. La atracción es una experiencia tan personal, tan extraña a mi mismo que me resulta imposible explicarla.
-. "Me gustaron tus manos".- qué simpleza, pero es cierto. Eran fuertes y toscas, no precisamente las de un músico o las de un escritor. Pero esas manos eran bastiones de poder, de emociones, de pasión.
-."Me gustó el cómo me mirabas".- tan directo y relajado a la vez. Tan dulce e intimidante, tan doloroso y tan lleno de paz.
En el fondo no tienes nada de especial, hay gente más guapa, más atractiva, seguramente tocaste alguna de las cuerdas de mi alma, hiciste sonar a ese espíritu que parecía dormido, sumido en el letargo de la soledad, del sin sentido. Que me atraes y no puedo decirte por qué, ni quiero saberlo. Solo aspiro a verte cinco minutos, a saber que existo para ti. Y es que cada vez que salgo a la calle pienso que puedes estar tras las esquinas que voy a doblar, en las tiendas en las que entro o en las aceras que rebaso sentado en mi coche cada día.
La atracción nos hace valientes, hasta temerarios. Ella nos empuja a hablar más de la cuenta, a encararnos con los miedos más íntimos apostando a todo o nada en la ruleta de las relaciones.
.-"De ti me gusta todo, por eso lo quiero todo".- y mis miradas de indiferencia se convierten en estudios complejos de arquitectura gestual, de intenciones subliminares, de sensaciones provocadas por el viento de la consciencia.
-."Que sabes que me atraes y juegas a eso".- me siento perdido en ese rio de materia extraña, en aguas contaminadas por los miedos y las inseguridades.
-. "Me gustaron tus manos".- qué simpleza, pero es cierto. Eran fuertes y toscas, no precisamente las de un músico o las de un escritor. Pero esas manos eran bastiones de poder, de emociones, de pasión.
-."Me gustó el cómo me mirabas".- tan directo y relajado a la vez. Tan dulce e intimidante, tan doloroso y tan lleno de paz.
En el fondo no tienes nada de especial, hay gente más guapa, más atractiva, seguramente tocaste alguna de las cuerdas de mi alma, hiciste sonar a ese espíritu que parecía dormido, sumido en el letargo de la soledad, del sin sentido. Que me atraes y no puedo decirte por qué, ni quiero saberlo. Solo aspiro a verte cinco minutos, a saber que existo para ti. Y es que cada vez que salgo a la calle pienso que puedes estar tras las esquinas que voy a doblar, en las tiendas en las que entro o en las aceras que rebaso sentado en mi coche cada día.
La atracción nos hace valientes, hasta temerarios. Ella nos empuja a hablar más de la cuenta, a encararnos con los miedos más íntimos apostando a todo o nada en la ruleta de las relaciones.
.-"De ti me gusta todo, por eso lo quiero todo".- y mis miradas de indiferencia se convierten en estudios complejos de arquitectura gestual, de intenciones subliminares, de sensaciones provocadas por el viento de la consciencia.
-."Que sabes que me atraes y juegas a eso".- me siento perdido en ese rio de materia extraña, en aguas contaminadas por los miedos y las inseguridades.
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