EL TRIO

         Es difícil olvidar a uno porque el mundo se convierte en algo exclusivo entre ambos, porque las cosas se hacen nuevas a través del otro y no puedo evitar seguir viendo la realidad desde sus retinas.         
         Es muy raro que ,de la memoria,, se pueda borrar definitivamente  cada una de las palabras invocadoras que ese uno pronunció.
         Pero lo que realmente es imposible es olvidar a dos, y parece mentira que esas cosas ocurran sobre todo cuando la vida en la que estás sumergido está hecha para el dúo y no para el trio.
Se llega al momento en que ,el amor a uno sólo se entiende sólo  cuando se vive en el amor a tres, porque las conversaciones parecieron ser una sola, porque las vivencias se compartieron en la vida poliédrica que jamás podías imaginar. Y el amor sobre el uno se acrecentaba en la sensación del amor al otro.
        

         Pero todo termina cuando se descubre que ese amor sólo  existió para una persona de la trinidad, cuando vas entreviendo que, en el fondo, sólo uno era el creyente, el testigo que luego fue mártir del más esencial amor. En el fondo todo es fruto de una confabulación de dos contra uno, el más auténtico.
         Lo peor no es el desamor, sino el doble desamor, la doble o la triple ruptura de emociones, porque se rompe con el uno, con el otro...con los dos.
Al final todo es falso, porque la vivencia no es la de uno sólo, sino la que es compartida.