HUYE
Era pleno verano pero no hacía demasiado calor, todavía no . Serían las dos de la madrugada y el local estaba a tope. La gente había llegado misteriosamente, y sin saber cómo se llenó de gente animada, con apariencia de felicidad. Voces de todos los timbres se mezclaban en conversaciones cruzadas. Alguien había tirado su copa al suelo, que se hizo mate y pegajoso. Risas, nombres en voz alta, gestos y penumbra. Alguien me rozó por la espalda pero no hice caso, había tantos tíos que es imposible no dejarse tocar por nadie.
-."¿Qué tal vas?- se dirigió a mi de modo casual, o al menos eso me pareció. Él intentaba dejar su copa vacía sobre el mostrador del garito.
-"Hola , pues ya ves, aprovechando"-.
De nuevo las voces, la música y el efecto difuminador del alcohol.
Se inició una conversación aparentemente ágil, libre, distendida, pero realmente estaba envuelta en una extraña viscosidad, mezcla de las experiencias anteriores, los deseos frustrados y la incipiente borrachera.
Su camiseta, estampada con un dibujo de cómic, creo que era Tintín, le sentaba bien y él lo sabía. Sólo la usaba en las noches de juerga, ya se la vi en otras ocasiones. Me daba la impresión de que aquel personaje de los cómics se estaba convirtiendo en una especie de dios, al que se le debe veneración al menos en ese cuerpo.
-."Has venido con alguien?.- me preguntaste mientras echabas una ojeada de forma distraída.
-."No".- sonreí y no dí más explicaciones.
-."¿Que vas a hacer después?.-
Haces preguntas retóricas, o al menos una de esas cuya respuesta la tienes tú mismo. No sé realmente qué es lo que voy a hacer después, ni mañana, ni nunca. Y es que creo que esta puta soledad me está empujando a dejarme llevar por el momento más estúpido, como si huera llegado "la hora final", "la hora de los gilipollas".
Al final me marché. Puse una escusa increíble.
-." Paso de malos rollos".
-."¿Qué tal vas?- se dirigió a mi de modo casual, o al menos eso me pareció. Él intentaba dejar su copa vacía sobre el mostrador del garito.
-"Hola , pues ya ves, aprovechando"-.
De nuevo las voces, la música y el efecto difuminador del alcohol.
Se inició una conversación aparentemente ágil, libre, distendida, pero realmente estaba envuelta en una extraña viscosidad, mezcla de las experiencias anteriores, los deseos frustrados y la incipiente borrachera.
Su camiseta, estampada con un dibujo de cómic, creo que era Tintín, le sentaba bien y él lo sabía. Sólo la usaba en las noches de juerga, ya se la vi en otras ocasiones. Me daba la impresión de que aquel personaje de los cómics se estaba convirtiendo en una especie de dios, al que se le debe veneración al menos en ese cuerpo.
-."Has venido con alguien?.- me preguntaste mientras echabas una ojeada de forma distraída.
-."No".- sonreí y no dí más explicaciones.
-."¿Que vas a hacer después?.-
Haces preguntas retóricas, o al menos una de esas cuya respuesta la tienes tú mismo. No sé realmente qué es lo que voy a hacer después, ni mañana, ni nunca. Y es que creo que esta puta soledad me está empujando a dejarme llevar por el momento más estúpido, como si huera llegado "la hora final", "la hora de los gilipollas".
Al final me marché. Puse una escusa increíble.
-." Paso de malos rollos".
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