VERBO
.-"Vente el sábado a la cena, después nos emborrachamos".- dijo C. soltando la mancuerna con cuidado. A penas había gente en el gym, únicamente los fieles, aquellos que hicieron de aquel lugar un santuario cutre del bienestar.
-."No".- respondió R. en voz baja y seca.
-."Me cuesta vivir, hay momentos en los que es mejor retirarse".- lo decía en tono jocoso, pero se vislumbraba una verdad, un aura de convencimiento, de certeza fatal y esperada.
R. sentía admiración por C., se conocían hace muchos años, no era extraño escucharle piropos sobre su físico
-."los años te sientan bien,".- y añadía "aprovecha la única cualidad que te dio el cielo"
C. sonreía, en el fondo estaba de acuerdo, pero se sentía un tanto desplazado de la vida. No tuvo la decisión de estudiar una carrera, ni la decisión de buscar un trabajo gratificante. Su vida se movía entre sus ocupaciones de mantenimiento en un hospital y las tardes de entrenamiento. Se sentía favorecido por su físico, realmente era guapo, y esto, lejos de ser una satisfacción, le causaba una enorme presión porque los años pasaban de forma inexorable y se sentía cada día un poco más viejo. Algo hay en su interior que no le deja ser feliz, algo ocultado por si mismo, cerrando los ojos a una realidad que es la única. La verdad siempre sale, siempre se manifiesta ya sea en forma de libertad o de dolor, de aceptación o de rebeldía. C. no supo en ningún momento cual de las dos opciones era la suya.
Otro hombre, allí presente y conocedor de los dos, escuchaba la conversación. Era bastante más mayor que ambos y , en algunas ocasiones, participaba de las conversaciones jocosas de los dos deportistas. Este hombre notó algo, percibió el rictus amargo de la mirada de C. intentando redimir a su amigo de un momento de bajón existencial.
-."Vivir es un verbo, no es un sustantivo. No habléis de la vida como si fuera una cosa, hay que vivir y ya está".-
.- ¿Para qué".- dijo R.
.- Para ser feliz".-
C. escuchaba y miraba hacia el suelo de madera. .- "Vivir es encontrar momentos felices, como estos de ahora. Vente a la cena del sábado.".-
.-"No creas".- dijo el hombre .- "la felicidad no son cosas ni momentos, es una forma de estar, es tener la posibilidad de ser quien eres, con eso ya lo tienes todo".-
.-"¿de dónde has sacado eso?.- dijo C. con una medio sonrisa encantadora.
.-"De Aristóteles".-
Momentos después C. buscaba en su móvil algo de ese Aristóteles que había escuchado en el gym.
-."No".- respondió R. en voz baja y seca.
-."Me cuesta vivir, hay momentos en los que es mejor retirarse".- lo decía en tono jocoso, pero se vislumbraba una verdad, un aura de convencimiento, de certeza fatal y esperada.
R. sentía admiración por C., se conocían hace muchos años, no era extraño escucharle piropos sobre su físico
-."los años te sientan bien,".- y añadía "aprovecha la única cualidad que te dio el cielo"
C. sonreía, en el fondo estaba de acuerdo, pero se sentía un tanto desplazado de la vida. No tuvo la decisión de estudiar una carrera, ni la decisión de buscar un trabajo gratificante. Su vida se movía entre sus ocupaciones de mantenimiento en un hospital y las tardes de entrenamiento. Se sentía favorecido por su físico, realmente era guapo, y esto, lejos de ser una satisfacción, le causaba una enorme presión porque los años pasaban de forma inexorable y se sentía cada día un poco más viejo. Algo hay en su interior que no le deja ser feliz, algo ocultado por si mismo, cerrando los ojos a una realidad que es la única. La verdad siempre sale, siempre se manifiesta ya sea en forma de libertad o de dolor, de aceptación o de rebeldía. C. no supo en ningún momento cual de las dos opciones era la suya.
Otro hombre, allí presente y conocedor de los dos, escuchaba la conversación. Era bastante más mayor que ambos y , en algunas ocasiones, participaba de las conversaciones jocosas de los dos deportistas. Este hombre notó algo, percibió el rictus amargo de la mirada de C. intentando redimir a su amigo de un momento de bajón existencial.
-."Vivir es un verbo, no es un sustantivo. No habléis de la vida como si fuera una cosa, hay que vivir y ya está".-
.- ¿Para qué".- dijo R.
.- Para ser feliz".-
C. escuchaba y miraba hacia el suelo de madera. .- "Vivir es encontrar momentos felices, como estos de ahora. Vente a la cena del sábado.".-
.-"No creas".- dijo el hombre .- "la felicidad no son cosas ni momentos, es una forma de estar, es tener la posibilidad de ser quien eres, con eso ya lo tienes todo".-
.-"¿de dónde has sacado eso?.- dijo C. con una medio sonrisa encantadora.
.-"De Aristóteles".-
Momentos después C. buscaba en su móvil algo de ese Aristóteles que había escuchado en el gym.
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